Mercadito Orgánico, 6 años como modelo de buen vivir
En este espacio ofertan productos de 20 comunidades de la región Costa de Oaxaca. La regla para los expositores es que el insumo venga directamente del productor
El trinar de los pájaros sobresale a los acordes de unos músicos que amenizan la mañana de un sábado en el Parque Santa Cruz, mientras una docena de visitantes locales y nacionales recorren los más de 30 puestos de productores orgánicos provenientes de al menos 20 comunidades de la Costa.
Desde hace seis años, el Mercadito Orgánico de Huatulco se convirtió en un espacio comercial, un modelo de convivencia social y de salud, en donde se distribuyen productos cultivados tanto a mil 400 metros de altura, como el café, o al nivel del mar, como el ajonjolí, cacahuate o la jamaica; además de ser un escenario para expresiones artísticas.
Aunque no se tiene un número de asistentes al día, los coordinadores del mercadito han identificado que el aumento de visitantes se muestra desde el mes de octubre hasta marzo, esto debido a que es la época en la que más turistas sajones visitan Huatulco; son ellos quienes tienen más arraigada la cultura orgánica.
“No es sólo un espacio comercial para los productores de nueve municipios de la Costa, es de concentración social donde se da el marchanteo, donde cada semana la gente se reconoce, se saluda e interactúa”, explica Jesús López Aguilar, uno de los fundadores del mercadito.
Agrega que en este espacio se crean lazos de amistad, tanto entre clientes como entre productores: “Aunque no vengan a comprar, sí vienen a disfrutar de conciertos, presentaciones de libros, exposiciones, pláticas y propuestas alternativas a los problemas de las comunidades, como los bosques, agua, territorio, entre otros temas”.
Este joven recuerda que el proyecto del mercadito lo iniciaron cinco personas, con aproximadamente 30 productores de Tonameca, San Mateo Piña, Merced del Potrero, Pochutla, Xadani, Cacaltepec, Pluma Hidalgo, San José del Puerto y otras comunidades.
Actualmente continúan los mismos coordinadores, pero ahora son 60 productores y se espera que el proyecto siga creciendo por la demanda de sus productos.
El Mercadito Orgánico fue el primer ejercicio en su tipo que se realizó en la Costa.
Con el tiempo, un grupo de productores coincidieron y determinaron crear un corredor cerca de sus comunidades para ofrecer esta misma propuesta a sus propios visitantes, de esta manera se creó también el segundo mercado orgánico en el pueblo mágico de Mazunte.
Sin intermediarios
Además de los comestibles del campo, se ofrecen productos de huertos urbanos, siempre y cuando la oferta venga directamente del productor, ya que una de las principales reglas es que no haya intermediarios, aunque la mercancía sea procesada.
“No importa que sean de huertos urbanos, que cada vez son más, o procesados, pero que sean los productores directamente los que vengan y ofrezcan porque, al final, el objetivo es crear un mercado local sano en donde las ganancias sean mayores para quien cultivó o creó una propuesta comestible y artesanal”, señala.
En los últimos seis años, el Mercadito Orgánico ha logrado llamar la atención y establecer vínculos entre instituciones y organismos, sin dejar de ser comunitario y sin perder su objetivo: el buen vivir.