Sólo “letra muerta”, ley de derechos lingüísticos

A 16 años de su promulgación, no se ha logrado su pleno ejercicio; tanto los funcionarios como los hablantes la desconocen: experto

Foto: Archivo / EL UNIVERSAL
Estatal 26/03/2019 15:45 Roselia Chaca Juchitán de Zaragoza, Oaxaca Actualizada 15:49

A 16 añosde la promulgación de la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas, no se ha logrado el reconocimiento y protección de los derechos individuales y colectivos de los pueblosindígenas en esa materia, lo que limita su uso cotidiano y detiene su desarrollo.

Creada el 13 de marzo de 2003, con esta ley sebuscaban tres objetivos: permitir y fomentar el uso de las lenguas; su respeto y elreconocimiento de suvalidez, específicamente en el ámbitoinstitucional, y laobligación del Estado mexicano para promoverlasen todos los espacios de la vida pública.

Para Germán Ramírez, abogado certificado por el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali) como traductor intérpretede lenguas indígenas del español y viceversa, esta ley se trata de “letra muerta” porque quienes deben hacerla valer, aplicarla y ejercerla, no la conocen.

Dice que losfuncionarios federales responsables de la procuración y administración de justicia, incluyendo a lasautoridadesagrarias y laborales,no saben que esta ley los obliga a proveer lo necesario para que en cualquier juicio las personas de pueblos originarios sean asistidas, de forma gratuitay todo el tiempo, por intérpretes y defensores que conozcansu lengua y cultura.

En su experiencia de más de 10 años como intérprete, calcula que sólo cinco de cada 100funcionarios federales, como ministerios públicos, procuradurías, tribunales colegiados circuitos,agrarios,civiles yelectorales conocen la ley y la aplican, por lo que considera queel Estado ha fallado en su obligación de promoverla.

“No sólo los funcionarios desconocen la ley, lo que es muy grave, los propios indígenas no tienen idea de que esta ley les da derecho de interponer una demanda en su lengua y queel Estado está obligado de darle todas las herramientas para hacerlo. Se creó y así está, arrumbada. Nadie le hace caso, a lo mucho el Inali pero con sus limitantes, el INPI [Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas] o derechos humanos”, señala.

Una gran ley

El maestro en Lingüística Indoamericana, Víctor Manuel Vásquez, considera queen su momento laley de derechos lingüísticosfue un gran avance en la democratización del país, perono se avanzó en su aplicación. Explica quelas lenguassiguen muriendo y sushablantes se reducen drásticamente por falta de una política educativa.

“Tenemos una ley importante y ni siquiera es obligatoria para los funcionarios de justicia, de salud oeducativos; está lejosque sea mínimo materia obligatoriaen las universidades especializadas en Derecho”, concluye.

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