Los reportes financieros anuales también revelan que mientras se acentúa la crisis de los SSO, el costo de la nómina se incrementó cada año hasta ubicarse en 2021, 125.9% por encima de lo registrado en 2016.
La deuda de 2020 corresponde a los compromisos de pagos adquiridos en diversos ejercicios fiscales con proveedores y prestadores de servicios. También contempla las retenciones a trabajadores vía nómina que no llegaron a su destino final.
Se trata de montos que la dependencia retuvo a empleados, pero adeuda a terceros institucionales como el Sistema de Administración Tributaria (SAT) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Por ejemplo, tan solo de retenciones a trabajadores que debieron pagarse al SAT y al ISSSTE, la deuda es de 6.6 mil millones de pesos. A ello se suman 868.2 millones, que no aclaran y engloban como “otras cuentas por pagar a corto plazo”.
En palabras del exdirector de Administración de los SSO, David Concha Suárez, la dependencia ha tenido que desviar las retenciones a los trabajadores por concepto de ISR y seguridad social, para sufragar la nómina del sector salud.
Por ejemplo, declaró a finales de diciembre de 2020 —durante la crisis financiera para pagar las prestaciones de fin de año— que para cubrir el sueldo de 2 mil 609 trabajadores eventuales se tuvieron que usar 36 millones de pesos al mes, que se tomaron del dinero retenido por el gobierno estatal, por concepto de ISR y cuotas del ISSSTE de los propios empleados.
Según el fiscal Anticorrupción de Oaxaca, Jorge Emilio Iruegas Álvarez, estas prácticas configuran delitos del fuero federal por presunta defraudación fiscal en perjuicio de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y del SAT, y por peculado, al desviar recursos federales para otros fines.
Otro delito del fuero local que podría configurarse es el de abuso de autoridad, al no haber informado sobre el pago de los impuestos y porque al ser funcionarios, están obligados al buen desempeño del servicio público.
Un extitular de los SSO, que pidió reservar su nombre, recordó en entrevista con EL UNIVERSAL que la crisis financiera del sector salud en Oaxaca inició en el año 2008 durante el gobierno de Ulises Ruiz, con el entonces secretario de salud Martín Vásquez Villanueva, quien contrató personal pese a no contar con presupuesto para el pago de sus salarios. También asegura que hay responsabilidad de la Federación porque nunca reclamó las retenciones al ISSSTE y al SAT.
Foto: Juan Carlos Zavala
Lo grave, dice, es que se trata de desvío de recursos del dinero de los trabajadores que debieron destinarse al pago de sus viviendas adquiridas ante el FOVISSSTE, así como de las retenciones para la PENSIONISSSTE.
“Hay algunos trabajadores que ya pagaron su casa, pero resulta que ese dinero nunca se depositó. Otros no se pueden jubilar porque tampoco se depositó el dinero que les descontaban para su pensión”, asegura.
Lo peor, sostiene, es que la mayor parte de los trabajadores contratados no son personal médico, sino administrativo y pone como ejemplo el Centro de Salud de La Joya, en San Martín Mexicapam, agencia de la ciudad de Oaxaca, que puede funcionar con ocho empleados por turno, pero tiene 98.
Actualmente, asegura que el personal de los SSO se disparó de 8 mil trabajadores a más de 18 mil. Algo que confirman los datos de las cuentas públicas, pues en los últimos 13 años el costo de la nómina se quintuplicó, al pasar de mil 820 millones de pesos, en 2008, a 5 mil 327 en 2021, de acuerdo con el desglose del presupuesto de los SSO, disponible en la página de transparencia de la dependencia.
Consultado por EL UNIVERSAL, el actual secretario de Salud, Juan Carlos Márquez Heine, reconoció que se siguen arrastrando las causas que originaron la crisis financiera, como el adeudo a terceros institucionales y una nómina inflada, en la que en los Servicios de Salud de Oaxaca existe un trabajador administrativo por cada médico, cuando debería haber uno por cada cuatro doctores.
“De manera histórica, desde los gobiernos anteriores, tenemos un gran retraso en la deuda a terceros institucionales, el compromiso del gobernador es que cuando termine este sexenio, nuestra idea es dejar la casa limpia, porque tenemos que entregar al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) un sistema de salud lo más ordenado posible, para poder brinda esta atención universal de salud que estamos buscando”.
Foto: Juan Carlos Zavala
Explicó, por ejemplo, que trabajadores como camilleros o auxiliares de cocina, ingresaron a la institución con plazas administrativas ante la flota de otras disponibles, por lo que actualmente se realiza toda una revisión en la parte de recursos humanos. Lo anterior, recordó, como parte del proceso de federalización del sistema de salud en Oaxaca, que actualmente lleva un avance de hasta 85% en lo que se refiere a la parte administrativa.
“Necesitamos hacer un proceso de reingenieria, que no significa dejar de gastar, sino hacerlo de manera eficiente, donde se tiene que gastar”, agrega.
Ante ello, advierte que actualmente tiene un déficit presupuestal de mil 600 millones de pesos y que si la Federación y otras dependencias no facilitan dichos recursos, se tendrá que recurrir a un recorte de personal, pese a que reconoce relación a cama-médico-paciente-poplación, todavía tenemos hay gran déficit tanto de personal médico, de enfermería y de afín, aunque existe un exceso de personal administrativo.
“Todo el personal es necesario, tenemos personas altamente valiosa y productiva, y otra que no colabora ni genera el trabajo para el que se contrató (…) pero ya no podemos continuar con esta carga de trabajo. Estamos pidiéndole ayuda a la Secretaría de Finanzas y a las instancias federales para buscar la manera de que se nos pueda ampliar el techo presupuestal, porque si no lo logramos tendríamos que recurrir a lo que se recurrió en administraciones pasadas: dejar de pagar los derechos de los trabajadores, como serían los terceros institucionales, para subsanar este tipo de gastos.”.
La idea, detalla, es que al personal de base se le cumplan al 100% todos los compromisos laborales acordados y a la vez cumplir con la misión de los SSO, que es brindar salud a la población. “Así que si no logramos obtener del apoyo con las instancias correspondientes, sí tendríamos que comenzar a hacer recorte de personal, para poder subsanar las finanzas lo más posible”, reconoce.
“La principal misión de los SSO es dar servicio de salud de calidad y calidez a los oaxaqueños, la Secretaría de Salud no es la secretaría de la generación de empleo o de la colocación de personal que no está trabajando”, finaliza.