Oaxaca de Juárez.– “Nos dejaron una  sociedad sin valores, ni principios y que vive un contexto de violencia normalizada”. Así fue como Jesús Romero López, secretario de Gobierno de Oaxaca, respondió ante la indignación que causó en el estado el asesinato de cuatro menores de edad en un periodo de cuatro días.

Dos hermanos de ocho y nueve asfixiados y abandonados en una carretera del Istmo de Tehuantepec, un niño y una niña, respectivamente. Un varón de 12 asesinado con una piedra mientras pastoreaba en los Valles Centrales y una adolescente de 17 años, quien murió en su casa en la capital junto con su hermana de 19, atacadas con arma blanca, fueron las víctimas que encendieron las alertas.

Sobre todo porque tras las primeras indagatorias se desnudó el horror: en los cuatro casos se investiga a un familiar cercano como presunto responsable, incluidos padres y hermanos, según la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), que informó que se tienen detenidos en todos los casos.

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Según los reportes, lo menores de 5 y 7 años presenciaron lo sucedido y fueron quienes informaron a las autoridades; el esposo, presunto responsable, se dio a la fuga

Para Alma Bautista Ramos, titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Local de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes  (SE-Sipinna), estos crímenes son una muestra de la grave problemática que vive Oaxaca, pues, según cifras oficiales y de organizaciones sociales, la entidad ocupa los primeros lugares en violencia contra las infancias y, pese a ello, apenas 10% de los 570 municipios cuentan con una instancia para atender a este sector de la población.

En otras palabras, reconoce, la niñez oaxaqueña vive una realidad de abandono, pues el estado ocupa el cuarto lugar en abuso sexual contra niñas y adolescentes, el primer lugar en trabajo infantil y trabajos peligrosos y encabeza también en embarazo adolescente, según datos de Reinserta y Segob.

Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señalan que sólo durante 2021 fueron asesinados 26 niños y niñas en la entidad. Mientras que de los mil 605 menores de edad asesinados en México entre enero y agosto de 2022, uno de cada cuatro era de Michoacán, Guanajuato y Oaxaca, indica el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

“Esto nos habla de una lógica de abandono porque no se había priorizado a los niños y niñas desde sus diversas problemáticas, el gobierno anterior lo que hacía es verlos como un objeto de atención, cuidado y asistencialismo, pero no se les veía como sujetos de derechos y problemáticas”, señala. 

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El organismo busca apoyar las investigaciones del asesinato de un niño que pastoreaba en Telixtlahuaca y de una joven de 17 años de la capital de Oaxaca, que se suman al doble crimen contra dos hermanitos de Juchitán

Lo anterior, abunda, porque por ley todos los municipios deberían contar con sistemas de protección de las infancias, pero pese a que Oaxaca fue pionero en políticas públicas, desde 2014 se abandonaron y se optó por el asistencialismo.

Hasta 2023, por ejemplo, sólo existen 57 de las 570 procuradurías municipales que deberían estar instaladas en el estado. “Tenemos que tener esas procuradurías porque son el primer contacto con la niñez en cuanto sufre alguna violación a sus derechos humanos”, dice.

Estas procuradurías, explica la funcionaria, son urgentes dado que son la base para instalar sistemas de protección municipales, como mecanismos de defensa, mismos que en el gobierno anterior sólo se concretaron en tres comunidades: Ixtepec, Huajuapan y Tapanatepec; además de la capital, donde se creó, pero no se pudo reinstalar. 

Actualmente, en el nuevo gobierno son 10 los municipios que han creado este sistema, a los que se suman 15 más en espera y 80 cuyas autoridades se acaban de comprometer a instalarlo este año.

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Este asesinato es el tercero de un menor de edad cometido en Oaxaca en un lapso de menos de 24 horas, lo anterior luego del hallazgo de los cuerpos de una niña y un niño de 9 y 8 años

“Estos sistemas tendrán un diagnóstico de su niñez, cuántos infantes hay, cuántos van a la escuela, qué problemáticas son las de mayor incidencia. Y ya con este diagnóstico se juntan como Cabildo y empiezan a platicar sobre cómo solucionar estos problemas y, acompañados del sistema local, podrán aterrizar política pública”, finaliza la secretaria de SE-Sipinna.

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