En busca de una vida digna, pagan migrantes de Oaxaca más de 200 mil pesos por cruzar a EU
Javier, padre de seis hijos, fue uno de los seis migrantes oaxaqueños que intentaron cruzar la frontera en un tráiler, travesía que acabó en tragedia; la falta de oportunidades lo orillaron a tomar esta decisión, cuenta su pareja, Luz Velasco
San Miguel Huautla. – A Javier lo que lo obligó a dejar el suelo de Oaxaca fue la falta de dinero y de trabajo. De eso está convencida Luz Velasco, la actual pareja de este hombre, quien embarazada de ocho meses explica que Javier ya había migrado antes a Estados Unidos y fue la falta de oportunidades laborales la que lo orilló a intentar cruzar la frontera de nueva cuenta, dejando en orfandad a un total de seis niños.
Además del hijo por nacer, Javier ya era padre de una niña de seis años junto con Luz, a quienes se suman cuatro hijos más con dos parejas anteriores. Fue por esta necesidad de sacar adelante a sus hijos que decidió regresar a Estados Unidos y murió asfixiado en el tráiler localizado en San Antonio, Texas, donde fallecieron en total 53 personas.
Entre lágrimas, la familia relata a EL UNIVERSAL que en la última comunicación que tuvieron con él, Javier les explicó que estaba en un lugar cerrado, y desde entonces no volvieron a saber nada de su paradero, hasta que se enteraron de la tragedia del tráiler por los medios de comunicación.
Tras días de espera, el gobierno de Oaxaca confirmó que fueron seis los migrantes originarios de la entidad que viajaban en el tráiler de Texas, de los cuales tres fallecieron, incluido Javier; a él se suman Josué, originario de la Sierra Norte, y un paisano más de la región de la Cuenca del Papaloapan.
Aunque el luto cubrió a todo el estado, San Miguel Huautla es sin duda la comunidad más golpeada, pues tres de sus hijos viajaban en el tráiler abandonado sobre la carretera 35, pero sólo dos sobrevivieron.
Luz Velasco dice que aún no sabe cuándo le programarán el parto del que sería el sexto hijo de Javier ni tiene forma de monitorear su estado de salud, ya que en Cerro Verde, la pequeña comunidad de la que son originarios, no hay médicos, ni enfermeras. “Aunque hay una casa de salud, no funciona y hay que ir a San Miguel o a veces viene un módulo móvil y es quien nos atiende”, añade.
“Pues teníamos muchos planes”, comenta la mujer al lado de su hija, sin contener las lágrimas por la partida de Javier.
La incertidumbre de la familia por no saber sobre el paradero de Javier, por falta de señal en la comunidad enclavada en el distrito de Asunción en Nochixtlán, terminó este fin de semana, cuando las autoridades le confirmaron a la familia sobre la muerte del joven.
“Desde el jueves le comentaron a la familia que el joven era quien estaba entre los muertos”, dice un vecino. Ahora, sus hijos, su madre, tías, tíos y vecinos esperan que el cuerpo de Javier sea trasladado lo antes posible, para darle sepultura. De acuerdo con datos oficiales, sólo en lo que va del año ocho oaxaqueños han muerto en su intento de cruzar la frontera, incluidos los dos jóvenes del tráiler.
Este sábado, el Instituto Oaxaqueño de Atención al Migrante (IOAM) indicó que están dando atención a los familiares para el trasladado de los cuerpos.“Una vez que las autoridades de los Estados Unidos agoten el protocolo necesario para la entrega, el IOAM de la mano de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) se coordinará para trasladar a los migrantes fallecidos hasta sus hogares, donde podrán ser despedidos por sus seres queridos", señaló.
Pagan hasta 10 mil dólares para migrar
Justo Vásquez, también originario de San Miguel Huautla, explica que para cruzar a Estados Unidos se pagan hasta 10 mil dólares. En su caso, viajó hace cerca de cinco años a Nuevo México y pagó 7 mil 500 dólares al Coyote, para que lo pasaran en el desierto.
Según testimonios recabados por EL UNIVERSAL en distintos puntos de la Mixteca, considerada una de las principales regiones expulsoras de migrantes hacia Estados Unidos, las personas que acompañan a los migrantes a cruzar, conocidos como “polleros”, cobran entre 7 mil 500 y 10 mil dólares, más los gastos en pesos mexicanos del punto de partida a la frontera.
“Pues nos juntamos en la frontera y nos vamos al desierto, a veces caminas cuatro, cinco días, a veces se pone difícil la situación y ahí estamos tirados en el desierto hasta 15 días; Siempre soñamos todos tener algo, uno se emociona por tener algo, muchos lo logramos y muchos no”, señala Justo.
De acuerdo con Joaquín Galván, activista y defensor de derechos humanos que ha acompañado casos de migrantes oaxaqueños asesinado en EU, existen dos modalidades principales en las que aquellos que migran pueden pagar a quienes les ayudan a cruzar la frontera, pero en ambas es necesario contar con el apoyo de un familiar que ya radique en suelo estadounidense.
En la primera de estas formas, el familiar que ya cruzó es quien paga el monto acordado, que en la región Mixe de la Sierra Norte de Oaxaca, de donde es originaria otro de los fallecidos en el tráiler, oscila en 200 mil pesos; no obstante, el dinero se entrega hasta que a persona es llevada al área acordada.
Una segunda modalidad se da cuando se trata de “coyotes” locales, quienes en algunas ocasiones dividen el monto hasta en tres pagos; no obstante; el migrante siempre debe de tener dinero extra.
"Es un hecho que tienes que contar con un dinero base de 10 o 15 mil pesos, unos 2 mil dólares, para que durante el traslado en la zona norte de Mexico puedas hacer el “pago de ruta”. Esto es independiente de lo que se paga al coyote y es para poder pasar en la zonas donde domina el crimen organizado”, explica.