Gobierno de Oaxaca va por cancelación de marca de mezcal Mixes que promocionó Paola Rojas
Al tratarse de un caso de apropiación cultural, informó que la marca viola la Constitución y que el pueblo indígena ayuujk puede emprender acciones legales contra la comunicadora, quien se ostentó como dueña, pese a que no está a su nombre
Oaxaca de Juárez.— Ante el más reciente caso apropiación cultural en contra de un pueblo originario de Oaxaca, por la comercialización de una marca de mezcal denominada Mixes y que se viralizó tras ser promocionada por la periodista Paola Rojas, el gobierno oaxaqueño informó que tomará acciones legales a través de la Consejería Jurídica del Estado y se brindará acompañamiento a las comunidades ayuujk, como se denominan a sí mismos los pueblos mixes asentados en la Sierra Norte del estado.
Luego de reconocer que este es uno de los muchos casos de marcas que se han apropiado de manera indebida del nombre y de la identidad, o de elementos culturales de pueblos originarios, el gobernador Salomón Jara Cruz informó que se solicitará la cancelación de la marca y se acompañará a las comunidades, dado que, como sujetos de derecho, tienen la facultad para ejercer acciones legales en contra de Paola Rojas, quien se ostentó como dueña de la marca en redes sociales, y de Martha Patricia Campos Orozco, a cuyo nombre está registrada.
“Vamos a proceder, vamos a apoyar a las autoridades y vamos a solicitar que se cancele esta marca; se tiene que resarcir al pueblo Mixe por este agravio”, dijo en conferencia de prensa.
Con la reciente reforma al artículo 2 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, aprobada en la recta final del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, los pueblos indígenas fueron reconocidos como sujetos de derecho, por lo que tienen la facultad jurídica para defender su patrimonio material e inmaterial.
Además, según la Ley Federal de la Protección Industrial, en los artículos 328 al 353, existe un procedimiento de declaración administrativa de infracción que puede llevar a la cancelación de una marca que viola preceptos constitucionales, como en este caso.
A partir de dicho marco jurídico, el gobierno de Oaxaca detalló que el pueblo mixe puede proceder legalmente contra la comunicadora, “quien se ostentó públicamente como la dueña de la marca de mezcal Mixes”, así como de Martha Patricia Campos Orozco, titular de la marca registrada ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).
El presidente municipal de Santo Domingo Tepuxtepec, Emilio Juárez Martínez, uno de los pueblos mixes, calificó como una ofensa para las y los productores de mezcal que alguien ajeno al pueblo se apropie de este producto y del nombre que los identifica como región. “Como representantes del pueblo, no estamos de acuerdo”, expresó.
También, el secretario municipal de Santa María Tlahuitoltepec, otra comunidad ayuujk, Wilfrido Vásquez Martínez, señaló que la situación es preocupante y que existe interés para que la apropiación se investigue a fondo “y, de ser posible, se sancione a las personas que incurrieron en esta reciente transgresión”.
“No solamente es nuestro nombre, son nuestras formas de vida, cotidianidad, y estamos interesados en que se investigue a fondo esta situación para que no vuelva a suceder, como ya pasó con nuestra vestimenta”, dijo.
Kupijy Vargas Huitrón, secretaria de la Regiduría de Educación y Cultura de la misma comunidad, expresó que a través de la organización comunitaria se tiene el respaldo de los habitantes para proceder en la denuncia contra la comunicadora, pues a través de asambleas los respaldan para trabajar y preservar las tradiciones, costumbres y demás elementos identitarios como el mezcal.
“Esto, además de ser una denuncia, debe ser un antecedente para posicionar a los pueblos indígenas en la defensa del patrimonio cultural”, señaló.
Paola Rojas responde ante polémica
Ayer, tras escalar la polémica en redes sociales por la apropiación del nombre de un pueblo indígena por un mezcal, la periodista Paola Rojas se deslindó de la marca y aseguró que ni era la dueña, ni había registrado el nombre.
Aseguró que la bebida era comercializada por productores independientes, quienes se habían acercado a ella para pedirle ayuda para darla a conocer y que ella sólo se había limitado a promocionarla.
