Más de 8 mil tiraderos clandestinos y contaminación de ríos, tareas urgentes para gobierno de Oaxaca
Así lo advierte el Colectivo de Organizaciones Ambientalistas de Oaxaca (COAO), a través de su presidente Gerardo Aldeco Pinelo
Oaxaca de Juárez.— La crisis de la basura que se vive en la ciudad de Oaxaca y su zona conurbada es un problema ambiental que requiere de la atención más urgente del nuevo gobierno estatal. Así lo advierte el Colectivo de Organizaciones Ambientalistas de Oaxaca (COAO), a través de su presidente Gerardo Aldeco Pinelo.
Según información del COAO, en Oaxaca hay al menos 8 mil tiraderos a cielo abierto en barrancas o terrenos, algunos tan grandes que podrían ser rellenos sanitarios, pero se usan sin las medidas apropiadas.
Lo anterior, explica, dado que las autoridades no previeron la crisis y no sensibilizaron a la población. Ello trajo como consecuencia que se hayan disparado los sitios de disposición clandestinos en Valles Centrales.
Foto: Edwin Hernández
“Son pocos municipios los que tienen proyectos de separación funcionales... Con el tiempo las personas se están volviendo indiferentes ante el tema ambiental, que viven sin orientación para implementar las medidas apropiadas”, agrega.
Crisis en ríos
Para el colectivo, la problemática se complicará pues le sucederá una crisis del agua, que comenzará a escasear. “Viene de una forma severa y como en toda crisis, va a tener mejores oportunidades quien tenga dinero para comprarla”, dice.
A ello se suma la contaminación de ríos, pues en Oaxaca, según datos del COAO, seis de cada 10 están contaminados y los ejemplos más graves son los ríos Papaloapan, en la región del mismo nombre, y Salado y Atoyac, en la ciudad capital.
En Oaxaca, dice, la contaminación ha avanzado notablemente y se ha agravado ante la crisis de la basura. “El río Salado es prácticamente de plástico y para su atención, el gobierno estatal y municipal se han echado la bolita”, afirma.
Para el COAO, la contaminación de los afluentes es uno de los temas pendientes que dejó la administración anterior. “Teníamos la esperanza de que una vez que se instalara la Procuraduría Ambiental, encargada de sancionar a quienes contaminan o dañan al ambiente, se actuaría en consecuencia; sin embargo, este organismo no tuvo autonomía ni presupuesto suficiente para actuar, lo que debilitó la aplicación del marco jurídico”, apuntó.
En el Istmo de Tehuantepec, agregó, hay otro de los grandes pendientes, pues se construye el Corredor Interoceánico, pensado para el desarrollo industrial y que generará escasez de agua, contaminación y sequía, como consecuencia de la sobreexplotación de recursos naturales.
Sin perfil
La Secretaría de Medio Ambiente, nacida hace seis años con el propósito de vigilar la protección al ambiente se ha visto como una dependencia ornamental con la llegada de titulares como Samuel Gurrión y José Luis Calvo Ziga, quienes no cumplían el perfil necesario, pues para el activista “son personas que tienen conflictos de intereses por sus inversiones y negocios como gasolineras y hoteles en reservas naturales”.
Ante ello, lamenta que la dependencia no funcionó de manera ideal para garantizar la protección del medio ambiente.
Destaca que la nueva administración apuesta por implementar centros de reciclaje, para contener la crisis de la basura; sin embargo, lamenta que la nueva titular de Medio Ambiente, Karime Unda Harp, haya sido designada “al dedazo”.
“Los grupos ambientalistas que han estado manifestándose nos damos cuenta quiénes van por el mismo camino. Sabemos que la nueva secretaria no ha estado en temas de protección del ambiente… A veces esos personajes no viven para el medio ambiente, sino viven de él”.
Ante ello, anticipó que grupos de ambientalistas buscarán reunirse con la nueva titular para conocer las propuestas de solución a problemas como la basura y la contaminación.