Patrimonio Cultural de Juchitán, seis años de espera tras terremoto y reconstrucción no termina
Ni sobre la Iglesia de San Vicente Ferrer, el Palacio Municipal o el Portal de los Símbolos Patrios, joyas arquitectónicas de esta ciudad zapoteca, hay certeza sobre cuando terminará la rehabilitación
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Juchitán. – A seis años del terremoto que el 7 de septiembre de 2017 devastó la ciudad de Juchitán y golpeó particularmente su patrimonio cultural, las familias zapotecas no tienen una fecha precisa ni cercana sobre cuándo volverán a disfrutar de sus joyas arquitectónicas que forman parte de esta ciudad indígena del sur de Oaxaca, como la iglesia de San Vicente Ferrer, el Palacio Municipal y el Portal de Símbolos Patrios, las cuales quedaron profundamente lastimadas y cuya reconstrucción sigue inconclusa principalmente por la falta de recursos federales para concluirla.
El caso más emblemático es la lenta rehabilitación de la iglesia del santo valenciano San Vicente Ferrer, patrono de la comunidad católica de Juchitán, que genera molestias porque ha sido la víctima de un olvido de prácticamente tres años, pues durante varios meses de los años 2020 y 2021 no tuvo ninguna intervención, y en 2022, de plano quedó abandonada sin que se diera ninguna explicación a pobladores ni autoridades. “No sabemos por qué suspendieron los trabajos tanto tiempo”, dicen funcionarios municipales.
El director de Obras del gobierno de Juchitán, José Antonio Sánchez, recuerda que antes que finalizara el año 2017, la fundación “Alfredo Harp Helú” anunció un apoyo de tres millones de pesos para apuntalar el edificio y para recuperar y restaurar las imágenes religiosas, trabajos que se realizarían de manera conjunta con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). El inicio de las obras de reconstrucción tendrían que esperar casi tres años.
En marzo de 2020, antes de la llegada de la pandemia de Covid-19 a México, con recursos federales de 2019, el INAH ejecutó parte de la rehabilitación, que incluyó la terminación del Curato, en la parte exterior, y la recuperación del área del Coro hasta la parte media de la iglesia, además del fortalecimiento y aplanado de las paredes oriente y poniente. El resto quedó inconcluso.
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A seis años del terremoto, desde el parque “Heliodoro Charis Castro”, aún se observan los graves daños que sufrió la iglesia, —construida a mediados del siglo XVI por misioneros de la orden de los dominicos—. Falta por reconstruir los dos campanarios y la cúpula. Hasta lo alto, una gran estructura de lámina de acero protege al edificio de las lluvias.
Por dentro, la iglesia ofrece un contraste de claroscuros. Desde el portón principal, bajo el espacio semicircular llamado Coro hasta poco antes de la parte media del inmueble, la claridad permite ver las paredes Este y Oeste aplanadas, pero de la mitad hacia el muro Sur, en medio de la oscuridad, se levantan como gigantes de fierro los andamios tubulares que indican que el inmueble católico sigue en obras.
Las centenas de imágenes religiosas que albergaba el edificio antes del terremoto, fueron resguardadas o enviadas en procesiones a otras iglesias, como la del Señor de Esquipulas, ubicada en la séptima sección de esta ciudad, que durante meses fue casa provisional de San Vicente Ferrer, hasta que se le construyó otra sede temporal.
De acuerdo con las autoridades, la parte más dañada del inmueble es el muro Norte, que colinda con la avenida Juárez del centro de la ciudad. Las heridas son tan profundas que tiene cuarteaduras que reflejan la luz al otro lado. En esa zona, donde se ofician las misas, conocida como el Presbiterio, aún está pendiente la reconstrucción, al igual que los dos campanarios y la cúpula.
Fuentes del gobierno de Oaxaca explicaron a EL UNIVERSAL que hasta el año pasado, en diferentes momentos y con diversos canales de financiamiento, la reconstrucción parcial de la iglesia San Vicente Ferrer ha costado más de 16 millones de pesos, a lo que deben sumarse dos millones de pesos invertidos en bienes muebles. La inversión ha sido insuficiente.
Según Miguel Sánchez Altamirano, presidente municipal de Juchitán, para este 2023 se espera que el gobierno federa asigne un mayor presupuesto a la reconstrucción de este símbolo de la ciudad. Con una alegría que no oculta, afirma que a ellos como autoridades ya se es informó que a la iglesia de San Vicente Ferrer se le asignarán 33 millones de pesos para que avancen los trabajos. Ahora sólo falta que se concreten los recursos.
Apenas hace unos días, en agosto pasado, unos 30 trabajadores retomaron las labores de en la iglesia San Vicente Ferrer. La constructora, señalaron, fue contratada por el INAH, que está a cargo de la obra, pero ni autoridades municipales ni estatales saben si los trabajos concluirán este año ni se atreven a poner una fecha para que la iglesia sea reabierta al culto.
“También nosotros esperamos que ahora sí haya avances en la reconstrucción”. Si le asignaron 16 millones de pesos antes de este año, ¿por qué no se observan los avances físicos? La comunidad católica de Juchitán está molesta por el abandono”, señala la profesora Geraldina Santiago Velázquez, presidenta de la sociedad de la Vela San Vicente Ferrer, lado norte, encargada de la veneración al santo patrono de los zapotecos.
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El palacio municipal, con 40% de avance
Pese a que la reconstrucción del Palacio Municipal de Juchitán comenzó en la última semana de noviembre de 2019, dos años después del terremoto, y que en tres etapas le inyectaron 34 millones de pesos, aún falta mucho para que concluya la obra. Apenas lleva un avance físico de 40%, explica el director municipal de Obra, José Antonio Sánchez.
Los trabajos de reconstrucción de la sede del gobierno municipal se interrumpieron en mayo del año 2022, cuando los obreros empezaban a colocar el entre piso que une la planta baja y la planta alta. Entre los problemas derivados de la pandemia del Covid-19 y la burocracia del anterior gobierno estatal, la restauración fue muy lenta.
El inmueble, construido en 1883, que cuenta con una superficie de dos mil metros cuadrados, aún requiere de nuevas intervenciones para reforzar los muros y concluir con un nuevo techado de la parte alta, y para introducir red hidráulica, sanitaria y eléctrica; además de los trabajos de herrería, así como la colocación de puertas, ventanas y cristales.
Un tema que preocupa a las autoridades municipales y a unas 40 mujeres que regresaron a vender alimentos frente al parque "Benito Juárez”, conocidas como “fonderas”, es el nulo avance sobre el techo del ala sur del palacio, la misma que en la noche del terremoto se desplomó totalmente. La parte de abajo era la zona de las vendedoras de desayunos y comidas.
En diferentes reuniones con las autoridades de Juchitán, los funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), a cargo de los trabajos, han informado que, para reconstruir esos 300 metros cuadrados sí existe un proyecto para el techado que se desplomó, pero que no ha sido autorizado por el INAH. La obra costaría más de 10 millones de pesos.
Fernando Molina, director del Instituto del Patrimonio Cultural de Oaxaca (Inpac), dependencia del gobierno estatal que ejecutará la obra, señala en entrevista que se autorizó un presupuesto de 33 millones de pesos para continuar con la reconstrucción del palacio y detalla que con dichos recursos se concluirá el entrepiso, se reforzarán los muros y se renovará el techo de la planta alta.
Molina explica que los muros "se reforzarán mediante la aplicación del sistema constructivo Mapei, con el uso de mortero industrializado para tener un acabado especial”, mientras que el techo de la planta alta, en lugar de colar con concreto, se sustituirá con la llamada bóveda catalana, que consiste en integrar vigas de acero con ladrillos.
“Nosotros tenemos confianza de que el gobierno federal no retrasará la liberación de los recursos y confiamos en que el gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, a través del INPAC, haga justicia al pueblo juchiteco que anhela tener su Palacio Municipal, que es el símbolo de la unidad, de trabajo y de concordia”, dice el edil, Miguel Sánchez Altamirano.
El Portal de Símbolos Patrios, nuevo sede de facultad de Artes Visuales de la UABJO
Al costado norponiente del palacio, a uno metros al norte del parque central “Benito Juárez”, está el edificio bautizado como el Portal de los Símbolos Patrios en 1985, cuando la ciudad recibió la visita de la campana de Dolores, el original de la Constitución y la bandera mexicana. Antes se llamaba Portal de la Industria, que albergó por años un hotel, un restaurante y un billar, entre otros negocios.
Golpeado por el terremoto, el Portal permaneció, ante la molestia de las autoridades y de la población, abandonado. No fue sino hasta el año 2021, cuatro años después del terremoto, que le aplicaron tres millones de pesos para reforzar los muros y columnas. Ahora, confirma el titular del Inpac, Fernando Molina, se destinarán 10 millones de pesos para su reconstrucción en este año.
El edificio del Portal, que antes del sismo era sede de las oficinas del Servicio Postal Mexicano y de varias oficinas municipales, y que por las noches su largo corredor extasiaba con el olor de las garnachas y el pollo garnachero, platillos emblemáticos de las gastronomía zapoteca de Juchitán, se convertirá, una vez que concluya su reconstrucción, en la casa de la Facultad de Artes Visuales de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca, (UABJO), que ya inició clases en esta ciudad en una sede alterna.
De acuerdo con Fernando Molina, el arquitecto que ha dispuesto el gobierno de Oaxaca para ejecutar la reconstrucción del patrimonio a través del Inpac, dependencia del que es el titular, mediante la firma de convenios celebrados entre el gobierno estatal y el INAH, en este año la entidad dispondrá de mil millones de pesos para atender la reconstrucción de al menos 300 inmuebles que siguen lastimados y en espera de atención en todo el territorio oaxaqueño, entre palacios e iglesias. “Pedimos la población que tengan confianza en que se seguirán gestionando los recursos”, promete.