Piden a autoridades no prolongar la espera de Josué, uno de 4 oaxaqueños muertos en tráiler de Texas
“Todo ha sido complicado y demasiado lento. Desde el principio no se les atendió bien a nuestros familiares que están en Texas”, denunciaron en entrevista con EL UNIVERSAL
Juxtlahuaca.—“Queremos fecha exacta de la llegada del cuerpo, porque ya es justo, están prolongando el sufrimiento de los padres”, piden familiares de Josué Díaz Gallardo, uno de los cuatro oaxaqueños que perdieron la vida, entre las 53 víctimas, en un tráiler abandonado en San Antonio, Texas.
Los familiares narraron que su sufrimiento se ha alargado por la pérdida del joven de 34 años, por lo que exigieron al Presidente agilizar la información sobre el traslado del cuerpo de Josué a la comunidad de Santa María de Tlahuitoltepec Mixe, en la Sierra Norte, de donde son originarios.
Pidieron que el gobierno federal ayude a la familia a obtener visas, para acudir al lugar del accidente y despedir a Josué conforme a sus costumbres.
“Todo ha sido complicado y demasiado lento. Desde el principio no se les atendió bien a nuestros familiares que están en Texas”, denunciaron en entrevista con EL UNIVERSAL.
Indicaron que, aunque Aída Ruiz, directora del Instituto Oaxaqueño de Atención al Migrante (IOAM), ha estado ayudando en la gestión del proceso de la obtención de visas, no ha sido suficiente y la comunicación ha sido poca con respecto al traslado del cuerpo de su familiar.
Josué Díaz, de 34 años y padre de un hijo, salió de Tlahuitoltepec a mediados de junio, en busca de una mejor vida para él y su familia. La trayectoria a su destino fue truncada cuando el tráiler en el que viajaba fue abandonado en Texas.
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En su partida, el joven dejó a su pareja, sus padres y un hijo en orfandad. Ahora, ellos serán quienes estarán a cargo de solventar los gastos para su funeral, así como la deuda que adquirió para poder realizar el viaje.
“Cuando una persona se va es porque no tiene dinero. La mayoría consigue prestado para irse, con amigos o familiares, para poder pagar los gastos, lo que es bastante dinero”, dice uno de los hermanos de Josué.
Ahora, quienes quedan endeudados son los familiares, sobre todo los padres, “pues independiente de a lo que se dedique la familia, tienen que buscar la forma de pagar esa deuda, batallar mucho”, explica.
Josué ya había ido a Estados Unidos, pero el deseo de ver a su familia lo hizo regresar. En esta última partida, el joven iba a trabajar y ahorrar, y luego volver a su comunidad.
“No habíamos tenido estas experiencias tan dolorosas y desgastantes”, narran.
Ni autoridades estatales ni federales han dado la fecha de repatriación de los cuerpos. “El único que nos ha estado informando es nuestro familiar, pero nadie del gobierno. Pedimos que nos apoyen y que nuestro sufrimiento no se prolongue más”, exponen.