Oaxaca de Juárez.– A mediodía el olor y los nubarrones de moscas son insoportables en las márgenes del río Atoyac. En una área de unos 500 metros, junto a este cuerpo de agua que agoniza, desde hace ya más de un mes toneladas de basura se pudren bajo el sol.

Se trata de uno de los tiraderos clandestinos que nacieron en la ciudad de Oaxaca y su zona metropolitana cuando el basurero de Zaachila decidió cerrar sus puertas de forma definitiva e impidió que recolectores particulares, quienes  cobran por el servicio, ingresaran a depositar los desechos.     

Pese a que desde hace cuatro años existe una sentencia de amparo en la que el Poder Judicial de la Federación ordenó a 18 autoridades federales, estatales y municipales tomar acciones para sanear y preservar los cauces de los ríos Salado y Atoyac en la ciudad de Oaxaca, este último se ha convertido en un tiradero a la vista de todos, sin que autoridades ambientales hayan intervenido hasta ahora. 

 

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Pese a la importante labor de reciclaje que realizan cada día, sumando casi 952 toneladas recolectadas al año, ninguna autoridad ha escuchado sus necesidades, lamentan

 

Según comerciantes  de la Central de Abasto y del mercado de madera, quienes piden el anonimato por seguridad, son los agremiados a la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (Catem) quienes han convertido la zona en su tiradero, y responden con violencia cuando alguien documenta lo que pasa.

“Es insalubre. Lo que tememos es que cuando se llene toda esa parte de las riberas, quieran aventar toda esa basura al río, como nadie les dice nada”, lamentan comerciantes.  

 

Municipio pidió no intervenir 

 

La inadecuada disposición de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) en la riberas del Río Atoyac es un tema que compete y debe ser resuelto únicamente por al ayuntamiento de Oaxaca de Juárez, asegura contundente Ernesto Ruiz, titular de la recién creada Procuraduría de protección al Ambiente del Estado de Oaxaca (Propaeo), pese a que el municipio ha señalado que al tratarse de un área federal, involucraba a los tres ordenes de gobiernos

“Aunque el ayuntamiento no lo quiera aceptar, quien tiene directamente la responsabilidad de atender los residuos generados en el municipio de Oaxaca de Juárez es el propio ayuntamiento. La Procuraduría de Protección al Ambiente no tenemos atribuciones, tampoco infraestructura ni presupuesto para participar en la limpia o en el saneamiento de los RSU. Las atribuciones de la procuraduría son de vigilar el cumplimiento de la normatividad ambiental y el que está incumpliendo en este momento es el municipio de Oaxaca de Juárez”. señala. 

El procurador confirma que lo que ocurre en las riberas del río Atoyac es la disposición no autorizada de residuos en un sitio que no cumple con Norma Oficial Mexicana NOM-083-SEMARNAT-2003 NOM-083.

En dicha norma se abordan especificaciones de protección ambiental para “la selección del sitio, diseño, construcción, operación, monitoreo, clausura y obras complementarias de un sitio de disposición final de residuos sólidos urbanos y de manejo especial”.

Según Ruiz, desde principios de septiembre comenzaron las denuncias ciudadanas con respecto a la basura que se acumula junto al río. Y reconoce que la procuraduría a su cargo no había actuado por petición expresa del gobierno municipal de Oaxaca de Juárez. 

“La procuraduría no había actuado en un procedimiento porque (el ayuntamiento) se había comprometido a sanear lo más pronto posible esta área, pero hasta el momento no ha cumplido”. 

Actualmente la Propaeo ya tienen iniciados dos procedimientos administrativos contra el municipio capitalino por la disposición inadecuada y no autorizada de residuos. El primero de ellos por el uso como tiradero de una construcción en obra negra en el río Salado, y el segundo derivado de las denuncias interpuestas por lo que pasa en el Atoyac. 

 

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Tras el anuncio del cierre del basurero de Zaachila, los municipios afectados han enfrentado dificultades para encontrar un destino final para sus desechos, lo que ha desatado protestas como en este caso

 

Cuando comenzó a escalar el problema, a través de las redes sociales, Ernesto Ruiz advirtió que la situación Del Río podría desbordarse y agravar aún más la problemática. También aseguró que la procuraduría estaba abierta a dialogar con el municipio, a dar asesoría y acompañamiento para encontrar una solución posible para “no seguir afectando al medio ambiente y la salud de las y los oaxaqueños”. 

Más de un mes después, en el “Día Cero” de la crisis de la basura, no hay respuesta sobre hasta cuándo permanecerán junto al río las toneladas de desechos que siguen descomponiéndose a la vista de todos. Y de nadie.

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