Sobre la historia que los espectadores disfrutaron en las únicas dos funciones disponibles en el teatro ubicado en el corazón de la ciudad, Legakis relata que se desarrolla alrededor de dos personajes principales, quienes forman parte de la misma familia.

Foto: Mario Arturo Martínez
Uno de ellos representa a una persona viajando por el mundo para encontrar su verdad en la vida, mientras que en la contraparte, representando la estabilidad del hogar, está el personaje que se queda en casa junto con el resto de la familia.
En la puesta en escena participaron 12 bailarinas y bailarines, cinco de ellos mexicanos, uno de Barcelona y los demás de otros países como Japón, Italia, Francia, Singapur Austria y Estados Unidos.
Legakis es coreógrafo, bailarín, productor y terapeuta, quien se especializa en integrar las filosofías del yoga y el qigong dentro de la danza, la interpretación y la coreografía. El punto focal de su práctica, profundiza, es “cómo puede la danza contribuir a nuestro autodesarrollo, construcción de relaciones y armonía comunitaria”.
La coreografía estuvo a cargo de José Agudo, bailarín profesional de flamenco y coreógrafo, quien ha trabajado en el mundo de la danza contemporánea y en creaciones por Europa, actuando con The Charleroi Danses, Ballet national de Marseille, T.R.A.S.H, Shobana Jeyasingh Dance y Akram Khan Company, entre otros.
Para Vangelis, la pandemia fue una oportunidad para poder presentar la obra en México, pues regularmente sitúa su trabajo en Asia; sin embargo, durante la pandemia tuvo la oportunidad de viajar al país para concertar las fechas en las que se presentaría la obra.

Foto: Mario Arturo Martínez
Afirma que éste es el primer paso para que la danza vuelva a los escenarios, pues “los teatros son como un hogar para la gente y un lugar donde pueden reunirse, aún si son de diferentes estatus y referencias culturales. Esta es una perfecta oportunidad para que la gente se relacione y conecte”.
Y añade que la puesta en escena llevó el mensaje de una oportunidad de sanar y los diferentes procesos por los que se atraviesa a lo largo de la vida; ya que señala que en diferentes etapas de ésta podemos renacer y volver a empezar.
Luego de presentarse en Oaxaca, “Hrusibani” llegará a Guadalajara el próximo año, durante un festival de 12 días en el que se presentará en dos ocasiones.

Foto: Mario Arturo Martínez