En los Valles Centrales de Oaxaca, desde el día 31 de octubre se realizaron las tradicionales veladas en cementerios como los de Santa Cruz Xoxocotlán y Santa María Atzompa. Municipios conurbados de la ciudad de Oaxaca.
“La creencia de mi familias es que el 2 de noviembre despedimos a nuestros difuntos adultos, que dejan nuestra casa con dirección al panteón, por lo tanto los recibimos con música. También celebramos el cumpleaños de mi abuelo, él era una persona alegre, decía que quería que lo recibiéramos con música”, señaló en entrevista con EL UNIVERSAL Ángel Soriano.
En medio de la música, el joven señaló que aunque en muchas comunidades estos días son de guardar, en muchas localidades de Oaxaca se celebran con un ánimo festivo.
“Son días en que nosotros los recordamos, algunas personas piensan que son días tristes, pero nosotros pensamos que es una fiesta para ellos, una fecha en la que convivimos con ellos aunque sea una vez al año. Los recordamos con mucho amor”, agregó.
Mientras que otras regiones del estado como la Sierra Norte y la Costa, el Día de Muertos se celebra de formas distintas. En comunidades ayuujk como San Pedro y San Pablo Ayutla, se realiza una celebración colectiva en el panteón, acompañada con solemnes notas de bandas de viento, en contraste con la celebración íntima y familiar que se realiza el dñta 1, cuando las ánimas visitan los domicilios.
A su vez, en pueblos afrodescendeintes como Collantes, en Pinotepa Nacional, uno de los llamados pueblos negros de la Costa, este 2 de noviembre se despide a los fieles difuntos con la danza de Los Diablos, la cual visita los cementerios para acompañar a las almas en su viaje de regreso, además de acudir bailando a los distintos domicilios de antiguos danzantes, para honrar su memoria.