"Hablando y cocinando", serie documental retrata a cocineras tradicionales de Oaxaca
El trabajado plasmado no busca dar a conocer las recetas o lugares famosos, sino escuchar a las mujeres que hacen de la cocina un sitio en donde se sienten cómodas, seguras y a gusto
Oaxaca de Juárez.- El secreto de una buena comida, dice Guadalupe Juárez, está en el tostado de los chiles. Esta cocinera tradicional de San Antonio Sinicahua, comunidad de la región Mixteca, participa en la serie documental Mujeres. Hablando y cocinando. Circuito de cocina tradicional y lenguas indígenas, en el que cuenta de la discriminación que sufrió en la escuela y en otros espacios por hablar su lengua materna hasta convertirse en lo que es ahora, una defensora de las costumbres y de su idioma.
Este trabajo plasmado en un libro y ocho documentales de 10 minutos, revela el arte “que parte de lo cotidiano, de lo humilde, para fincarse en lo profundamente cultural que nos revela a nosotros mismos ante el mundo”, explica el editor y director general de la serie, Alonso Aguilar Orihuela.
Éste también es parte del trabajo que realiza a través de la editorial Arte Actual Oaxaca, la cual fundó, y con la que busca desarrollar actividades en torno a lo indígena.
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El libro y la serie documental tienen su génesis muchos años atrás. Alonso Aguilar recuerda que la idea surgió cuando cursaba sus estudios en la Universidad Cristóbal Colón de Veracruz, donde participaba en un grupo con los investigadores Jesús Galindo Cáceres y Jorge González, por quienes conoció al escritor francés Michel de Certeau y su libro La invención de lo cotidiano, en el que habla de los oficios en Francia, y uno de ellos, es el de la cocina.
Su intención fue hacer un paralelismo de la riqueza culinaria en Francia con la riqueza humana de Oaxaca. Lo que le interesaba no era dar a conocer las recetas o lugares famosos, sino escuchar a las mujeres que hacen de la cocina un sitio en donde se sienten cómodas, seguras y a gusto, como lo aprendió de Michel de Certeau. Porque desgraciadamente, apunta, la cultura que tenemos ha sido mundialmente y usualmente, falocéntrica, masculina.
“La cocina, dice Michel de Certeau, es un reducto donde la mujer habla su lengua, expresa sus sentimientos, hace chistes rojos. Entonces, lo que quería no era saquear las recetas, sino mostrar a la gente la felicidad de una mujer cuando hace de comer”, explica.
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Todo el trabajo realizado para este proyecto Mujeres. Hablando y cocinando es lo más cercano a una aventura en la que se adentraron a lo largo del territorio. Los creadores acudían a los pueblos, platicaban con la gente para saber quién hacía de comer sabroso. “Fue una selección totalmente humana”, dice Alonso Orihuela.
“A lo que íbamos era a ese encuentro con la historia, con la historia de la mujer que te cuenta algo. Nos interesaba poner a la mujer en un trance; cuando alguien hace de comer estás como en una meditación en movimiento y las mujeres se desahogan. Nos platicaron cosas muy bonitas y eso era lo que queríamos, que la mujer se pusiera cómoda y que nos pudiera platicar algo, no lo que nosotros quisiéramos, sino lo que ella quisiera. Hay historias de los chiles, de familiares muertos, de matrimonios”, comenta.
Uno de los retos fue integrar un equipo de trabajo sensible y que no tuviera objeciones en dormir en ocasiones en pisos de tierra o viajar ocho horas por caminos de terracería.
Afortunadamente, dice, encontré gente muy sensible como Roberto López Flores que ayudó con la dirección general del documental y con el proceso de video; María Alférez, realizadora de la fotografía fija y Fredy Rubio, que colaboró en el equipo con el sonido.
A cada una de las personas que fue entrevistada se les pagó su tiempo, su comida, su reconocimiento de su participación; se les dio un libro, “porque era hacer algo que la gente se sintiera orgullosa y eso ha sido muy bonito, que la gente se sienta orgullosa de haber participado”.
Uno de los objetivos de la editorial Arte Actual Oaxaca de Alonso Orihuela, asegura, es darle voz a la gente que hace actividades culturales, pero que no se les reconocen.