“La figura no se encontró ahora durante las labores de combate contra los incendios, ya tiene años que permanece en esa zona cercana a dos parajes que sufrieron daños por los incendios y se ubican cerca de Benito Juárez”, explicó.
Desde hace años, 35 o 40 quizá, los entonces pobladores de Benito Juárez localizaron en esos parajes los vestigios de una civilización antigua, en la misma dirección hacia la Ciudad Perdida, donde hubo otro asentamiento de mixes-zoques descendientes de olmecas.
“Por acuerdo de la comunidad, no queremos la intromisión de personas ajenas que quieren saquear los vestigios prehispánicos, como ya ocurrió con integrantes de compañías madereras y constructoras de caminos”, reiteran.
La estela prehispánica, esculpida sobre un mineral conocido como basalto, mide unos dos metros y los pobladores desconocen cuántas toneladas podría pesar. Desde que el monolito fue hallado no se ha movido del lugar. Ahí sigue en medio de la selva. No sufrió daños con los incendios cercanos.
Al noreste de Santa María Chimalapa, se localiza la comunidad de San Francisco la Paz, donde también hay vestigios de la cultura mixe-zoque, descendientes de los olmecas. Según los pobladores ahí también hay esculturas similares a las cabezas colosales, cancha de juego de pelota y pirámides, todos estos vestigios cubiertos por la maleza.