Oaxaca, cuna de una impresionante biodiversidad y una rica herencia cultural, no solo destaca por sus paisajes y tradiciones, sino también por su arte textil único.
Dentro de sus costumbres, los tlacoyales ocupan un lugar destacado en la vestimenta tradicional, no sólo como un accesorio decorativo para el cabello, sino como un símbolo de identidad y conexión con la historia indígena.

¿Qué son los tlacoyales y para qué se utilizan?
Los tlacoyales son cordones o trenzas utilizadas principalmente por mujeres en diversas comunidades de Oaxaca. Aunque su función primordial ha sido atar y proteger el cabello, estas piezas han evolucionado con el tiempo hasta convertirse en un elemento fundamental de los peinados tradicionales, decorando y dando carácter a las trenzas que, en algunos casos, llegan a ser complejas obras de arte.
En su esencia, los tlacoyales son cordeles o cintas que se incorporan al peinado, especialmente en las trenzas, para darles forma y sostén. Según el libro “El Hilo Continuo” editado por The Getty Conservation Institute, los tlacoyales se emplean para atar el cabello y envolverlo de manera ornamental.
A lo largo de la historia, estas piezas no solo han cumplido una función estética, sino que también han servido como protección para el cabello de factores ambientales como el polvo y el sol. En tiempos precolombinos, las mujeres usaban los tlacoyales para preservar su cabello en condiciones adversas, especialmente en las zonas rurales y en trabajos agrícolas.

Materiales y técnicas en la elaboración de los tlacoyales
Los tlacoyales están hechos, tradicionalmente, de lana hilada a mano, aunque en algunas ocasiones se utilizan materiales como seda y algodón, dependiendo de la región y las condiciones climáticas. Las fibras naturales se tiñen utilizando colorantes que van desde tintes vegetales hasta pigmentos sintéticos.
Un ejemplo notable son los tlacoyales analizados en el Museo Regional de Oaxaca, que presentan colores como el magenta y el verde, productos de tinturas sintéticas antiguas como la magenta y la rodamina B.
El proceso de elaboración de los tlacoyales requiere habilidad artesanal y un conocimiento profundo de técnicas textiles que se transmiten de generación en generación. Las artesanas oaxaqueñas emplean diversas técnicas de trenzado, que incluyen trenzas simples o complejas y a menudo decoran los cordeles con hilos de seda o fibras vegetales, creando patrones geométricos, florales o abstractos.
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El significado cultural de los tlacoyales
Los tlacoyales son mucho más que simples adornos; son una manifestación de la identidad y el estatus dentro de las comunidades oaxaqueñas. En algunas regiones, como en el Valle de Oaxaca, los tlacoyales no solo embellecen, sino que representan la pertenencia a un grupo indígena específico, como los zapotecos, mixes y mixtecos. En épocas prehispánicas, los tocados con tlacoyales eran un símbolo de estatus y feminidad, algo que aún perdura en algunas celebraciones y rituales, como las bodas y fiestas tradicionales.
Además, los tlacoyales han sido una forma de resistencia cultural frente a los cambios que trajo la colonización y la industrialización. A pesar de la modernización de la vestimenta y los peinados, muchas comunidades de Oaxaca mantienen la tradición de usar tlacoyales en sus festividades, como en el caso de las mujeres de Pinotepa Nacional, donde el uso de este tocado es fundamental durante el día de la boda.

Diversidad regional en el uso de los tlacoyales
Aunque los tlacoyales se asocian principalmente con Oaxaca, su uso también ha sido documentado en otras regiones de México y Centroamérica. En comunidades de la Sierra Mixe, por ejemplo, las mujeres elaboran tlacoyales de lana verde, mientras que en otras regiones se prefieren los colores más vibrantes, como el rojo y el negro. Incluso en zonas como Mixco, Guatemala, los tlacoyales de Oaxaca han dejado su huella cultural, demostrando la circulación de estos tocados entre diversas comunidades indígenas.
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El tipo de peinado en que se incorporan los tlacoyales varía según la región. Algunos ejemplos incluyen el peinado con trenzas que se aderezan con los tlacoyales de lana o el estilo más elaborado en el que el cabello se envuelve completamente con el cordón, creando un tipo de turbante o corona que da volumen y forma al peinado.

El valor patrimonial y la conservación de los tlacoyales
Los tlacoyales son piezas que han resistido el paso del tiempo, y algunas de las muestras más antiguas se conservan en museos como el Museo Regional de Oaxaca. Aquí, se pueden observar ejemplos de tlacoyales que datan de principios del siglo XX, los cuales han sido analizados para estudiar los materiales y técnicas empleadas en su confección. Estos estudios son vitales para la conservación del patrimonio cultural oaxaqueño y para entender cómo las tradiciones textiles se han adaptado a lo largo de los siglos.
Además, la persistencia de los tlacoyales en las comunidades oaxaqueñas es un testimonio de la vitalidad de las tradiciones indígenas, que siguen vivas a pesar de los avances tecnológicos y las transformaciones sociales.
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