En el corazón de la sierra oaxaqueña, la tradición de elaborar guarda secretos y raíces de una vida muy distinta que se remonta al siglo XIX donde esta bebida sagrada era el sustento de muchas familias.

El mezcal minero se caracteriza por elaborarse con técnicas ancestrales que sus primeros productores, conocidos como palenqueros, desarrollaron bajo condiciones precarias y de necesidad.

Técnicas ancestrales para la elaboración del mezcal minero. Foto: Real Minero, FB
Técnicas ancestrales para la elaboración del mezcal minero. Foto: Real Minero, FB

A finales del siglo XIX y parte del XX la producción del mezcal era ilegal, incluyendo en el municipio de Santa Catarina Minas, por lo que muchas familias, a pesar de que la producción de esta bebida estaba prohibida, dependían del mezcal para sobrevivir y al no poder cumplir con los costos de producción, terminaban haciéndolo “de manera clandestina”.

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La Historia de “Papá Chico” en el mezcal minero

El legado de la ahora marca Mezcal Real Minero comenzó con Don Francisco Ángeles, conocido en el pueblo como “Papá Chico”, bisabuelo y primer mentor de la familia en el arte de destilar mezcal. En una época en la que era riesgoso elaborar mezcal, “Papá Chico” y otros palenqueros se adentraron en el monte para destilar lo que hoy en día se conoce como “mezcal minero”.

Las condiciones para hacer esta bebida eran rudimentarias y duras como largas jornadas a la intemperie que se realizaban por necesidades económicas. En aquellos tiempos, “sacar el mezcal” era una actividad que ayudaba a toda una comunidad a tener algo de dinero.

Este legado continuó con Lorenzo Ángeles Mendoza, el hijo de “Papá Chico”, quien desde pequeño aprendió del oficio. Fue hasta 1978 donde Don Nicolás Arellanes, adquirió el primer palenque familiar en Santa Catarina Minas, que se convirtió en un testimonio de la tradición que hasta hoy se mantiene viva.

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“Porque solo lo auténtico perdura”, es una frase que representa la esencia del mezcal minero, y que es un homenaje a las técnicas ancestrales y las dificultades que las comunidades enfrentaron para poder sobrevivir.

Cuentan con una amplia gama de productos como el Espadín, una mezcal clásico de sabor afrutado con toques de ciruela, plátano, menta y chocolate, que se destila en ollas de barro y envejecido en vidrio para suavizarlo.

El rango de precios de sus productos van desde los mil 50 pesos hasta los 2 mil 300 en su .

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