Nace en Oaxaca primer Tianguis Literario, Autónomo y Popular, para reclamar espacios para la cultura
Este espacio, además de ser un semillero del pensamiento crítico, busca ser una manifestación contra el cacicazgo cultural a fin de impulsar a editoriales independientes oaxaqueñas
Oaxaca de Juárez.– El primer Tianguis Literario, Autónomo y Popular tiene entre sus objetivos reclamar el espacio público, ser un semillero del pensamiento crítico, ejercer la libertad sin tapujos, una reacción contra el cacicazgo cultural y también convertirse en punto de venta para las editoriales independientes oaxaqueñas, coinciden sus organizadores.
La fecha del tianguis es el próximo 19 de noviembre de 2022 en la Plazuela del Carmen Alto en la ciudad de Oaxaca a partir de las 10:00 horas y su cierre será a las 18:20 horas con la presentación musical de Son Jarocho con Flor Del Monte.
Entre sus actividades destacan la presentación de tres libros de los editoriales independientes Cuatro Triángulos, Matanga Taller-Editorial y Editorial Pandemia; mesas de diálogo sobre el espacio público y el libro, la violencia contra las mujeres, el racismo y justicia, y sobre el despojo cultural y territorial.
“Como tianguis literario autónomo y popular, creemos que tenemos que generar otras alternativas donde el arte y la cultura llegue al pueblo y diferenciarnos con la élite gobernante o la élite que tiene dinero, élites que están generando espacios que justamente obedecen a mercantilizar nuestras expresiones artísticas culturales. Al final de cuentas son derechos y los quieren hacer negocios”, señala Frekan Tapia, de la editorial Ocho Truenos.
Frekan sostiene que el arte y la cultura se han centralizado y menciona como ejemplo a la Secretaría de las Culturas y las Artes de Oaxaca, la cual – asegura – debe estar destinada a impulsar iniciativas culturales del pueblo porque finalmente ejerce recursos públicos y por tanto debe estar a disposición del pueblo, sólo se enfoca en organizar una Guelaguetza oficial que “es un teatro” para la exotización de los pueblos indígenas y con el fin de ocultar la marginación, explotación y despojo territorial que viven.
“Lo que nosotros buscamos”, agrega Itzel, escritora y fundadora de Ocho Truenos, “lo que pretendemos es que, a través del sistema asambleario, algo de los pueblos originarios de Oaxaca, retomarlo y hacerlo para replantear la manera en que tomamos decisiones, en la que hacemos arte y no quedarnos solamente en lo central, en la ciudad, sino ir más allá”.
Este primer encuentro, menciona, surge como una base y un momento en el que se conocen y colaboran entre editoriales independientes: “es conocernos, cómo trabajamos, unir fuerzas y con ello, llegar más allá”.
Kurt William Hackbarth, de la editorial Matanga, reitera que la idea es primero reclamar el espacio público ante su creciente privatización. El espacio público, explica, es para eventos mayormente gentrificadores o en lugares como el Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca, el cual se presta a quienes tienen muchos “contactos” (relaciones públicas) o a quien tiene mucho dinero.
“No tenemos ni lo uno ni lo otro. Estamos apostando a una manera de organización más popular, más democrático, que pasa por retomar el espacio público”.
Y sentencia que “la época de quedarnos callados, esperando que nos inviten a sus eventos (ferias de libros) eso ya se acabó, se acabó definitivamente. No vamos a esperar ahí con esta idea de que tenemos que pedir bonito a alguien, o estar de lambiscón con alguien o estar codeando en la fiesta correcta con la gente correcta”.
El escritor Kurt William cuestiona el modelo de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO), la cual describe como un embudo en la que únicamente se bajan recursos federales para inyectarse o como destino final para la editorial Almadía del empresario Guillermo Quijas, propietario de Fondo Ventura, de la papelería La Proveedora y de la FILO.
“Y luego cobran 23 mil pesos por un stand en la Feria del Libro. ¿Quién de nosotros tiene 23 mil pesos en morralla?, ni juntando todos nuestros ahorros logramos tener un stand ahí. Se excluye a muchos proyectos y luego el enfoque mediático está ahí, para que los políticos vayan y se den baños de cultura, se tomen la foto, corten el listón y se van y la cultura queda en la indiferencia de siempre”.
Para el escritor Rodrigo Islas, se trata también de una manifestación contra la gentrificación y contra el cacicazgo cultural en manos de empresarios como Guillermo Quijas, y contra la indiferencia, omisión o ineficiencia de instituciones como la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca.