El color rojo no es sólo un pigmento vibrante en los . Es un símbolo profundamente arraigado en la historia, cosmovisión y vida cotidiana del estado.

Desde tiempos prehispánicos, hasta nuestros días, este color ha representado la sangre, la vida, la resistencia, el fuego, el poder divino y la conexión espiritual con el universo.

En el escudo del estado de Oaxaca, por ejemplo, el rojo saturno del fondo simboliza las luchas libertarias del pueblo. Es un lienzo histórico sobre el que se despliegan los valores de identidad, autonomía y dignidad de sus habitantes.

Foto: Gobierno de México.
Foto: Gobierno de México.

¿Cuál es el origen del rojo que distingue a Oaxaca?

El rojo más emblemático de Oaxaca proviene de un insecto diminuto, pero poderoso: la grana cochinilla (Dactylopius coccus). Este colorante natural fue domesticado en la región y estudios recientes confirman que su origen más antiguo y diverso está en Oaxaca. Mucho antes de que llegaran los españoles, los pueblos originarios ya conocían y aprovechaban este tinte para teñir textiles, pintar códices y rendir tributo a sus dioses.

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El rojo de la cochinilla, también conocido como “sangre de nopal”, nocheztli en , era tan valorado que se convirtió en uno de los productos más codiciados del comercio global durante la , solo detrás del oro y la plata.

Desde Oaxaca, cruzó océanos para teñir las túnicas de papas, reyes y nobles europeos, así como las obras de pintores como Velázquez y el Greco.

Foto: worldhistory.org
Foto: worldhistory.org

¿Cómo se relaciona el rojo con la espiritualidad y la cosmovisión?

Para los , el rojo no era sólo un color, era un punto cardinal, un símbolo de fuego, calor, vida y guerra. En el mundo náhuatl, el término tlatlauhqui aludía tanto al rojo como al calor. No es casualidad que deidades como Xiuhtecuhtli, dios del fuego; Tonatiuh, dios del sol, o Huitzilopochtli, dios de la guerra, estén representados con elementos rojos.

Por otro lado, en la escritura simbólica, el rojo también tenía un rol central. En la expresión nahua “in tlilli in tlapalli” —“la tinta negra, la tinta roja”— se aludía al conocimiento y la sabiduría, combinando el color de la palabra hablada y escrita. Así, el rojo fue un lenguaje visual para narrar historias, registrar saberes y proyectar el alma de los pueblos.

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Foto: Facebook Amanoarte.
Foto: Facebook Amanoarte.

¿Qué papel tiene el rojo en las tradiciones textiles de Oaxaca?

Los textiles oaxaqueños son mucho más que ropa: son portadores de identidad. Y en ellos, el rojo sigue reinando. La ha sido utilizada por generaciones para teñir faldas, rebozos, huipiles y otros lienzos rituales. En los , por ejemplo, las faldas de enredo rojas son parte esencial del atuendo tradicional.

El y el han dado visibilidad al uso de tintes naturales como la grana, el añil y el caracol púrpura, subrayando la conexión entre los colores, el medio ambiente y el conocimiento comunitario.

¿Por qué la grana cochinilla fue tan importante para Oaxaca y el mundo?

Durante el siglo XVIII, Oaxaca producía el 99% de la grana cochinilla que se exportaba a Europa. Este pequeño insecto logró articular, incluso después de muerto, una economía compleja que involucraba a familias, comunidades, comerciantes y autoridades coloniales.

Su se convirtió en una forma de resistencia económica para los pueblos originarios, quienes utilizaron sus beneficios para sostener sus fiestas, pagar tributos y mantener su estructura social.

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El secreto de su producción fue tan bien guardado que los españoles evitaron durante siglos que el insecto saliera vivo de América. Así protegieron uno de los bienes más lucrativos del imperio colonial.

Foto: Gobierno del Estado de Oaxaca.
Foto: Gobierno del Estado de Oaxaca.

¿Dónde podemos ver hoy el legado del rojo oaxaqueño?

Las huellas del rojo están por todas partes en Oaxaca: en la cerámica decorada de , en los murales antiguos, en los códices, en las vestimentas de fiestas patronales y en los altares. Cada trazo rojo recuerda una historia de lucha, belleza y resistencia.

Incluso en el arte contemporáneo, el rojo sigue siendo una afirmación de identidad. No es casualidad que sea el color que arropa el escudo estatal, que representa las regiones, la libertad y el respeto entre los pueblos.

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Foto: Arqueología Mexicana.
Foto: Arqueología Mexicana.

¿Un color o una forma de ver el mundo?

El rojo en Oaxaca es más que un color llamativo. Es la historia de un pueblo que supo transformar el conocimiento ancestral en un legado global. Es la resistencia viva de culturas que no sólo sobrevivieron, sino que florecieron en sus propios términos.

Cada hebra roja en un textil, cada pincelada en un códice, cada tinte extraído con paciencia y sabiduría ancestral, nos recuerda que no solo dio color al mundo, sino también una forma distinta de entender lo que significa vivir con intensidad y sentido.

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