En la Sierra Norte de Oaxaca se prepara cotidianamente una bebida que forma parte de los rituales, fiestas y tradiciones. El Pozontle es una bebida de cacao sagrada ancestral que vincula a los pueblos originarios con la naturaleza.

Esta bebida se toma para disfrutarla, pero también como símbolo de agradecimiento. Se prepara con cacao, maíz, piloncillo, panela, planta cocolmeca y hierbas como el rosita de cacao o el azahar que le da un toque de aroma floral delicioso.

Un dato curioso para la preparación de esta bebida es que los molinillos que se utilizan para batirla son elaborados por pobladores del municipio de San Melchor Betaza, debido a que tienen un diseño único que no se encuentra en los mercados de Oaxaca. Para conseguirlo se debe pedir con meses de anticipación a los artesanos.

El pozontle es considerado, por estas comunidades, como una bebida sagrada. Foto: www.oaxaca.gob.m
El pozontle es considerado, por estas comunidades, como una bebida sagrada. Foto: www.oaxaca.gob.m

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El pozontle es considerado, por estas comunidades, como una bebida sagrada que se toma en nacimientos, bodas, siembras, cosechas, fiestas patronales y que se pone en ofrendas del Día de Muertos. A través de ella se honra a los dioses y a los ancestros.

Pozontle. Foto: 
Heriberto Ambrosio
Pozontle. Foto: Heriberto Ambrosio

Al estar hecha de maíz, esta bebida posee un profundo valor simbólico, ya que en las cosmovisiones mesoamericanas el maíz representa tanto el sustento como el origen de la humanidad. El cacao, por su parte, era un ingrediente sagrado, apreciado por los dioses. Por estas razones, el pozontle se convierte en un vínculo directo con lo espiritual.

Su fermentación natural tiene efectos probióticos y energizantes, por ello algunos le atribuyen propiedades curativas.

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Incluso su preparación, en ciertas comunidades, está reservada para personas con un “don” o conocimientos ancestrales, por lo que conlleva una responsabilidad gastronómica y espiritual.

Por ejemplo, en Betaza, solo se prepara por las maestras que heredan sus conocimientos a sus hijas para que continúen con esta preparación de generación en generación. El solo hecho de generar en la bebida espuma con el molinillo resulta una habilidad que no cualquiera tiene. ¿Has probado el pozontle?

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