Desde hace nueve años, el creador documentó escenarios de la cotidianidad de la región que es originario: familiares desaparecidos, conflictos del crimen organizado, la escasez que atraviesa la clase rural, violencia, delincuencia, y corrupción. Ávido de visibilizar las problemáticas que se han mantenido oscurecidas, Martínez fue galardonado en la categoría de la región de Norteamérica y Centroamérica, que forma parte de la nueva estrategia de la organización independiente.
Desde 2013,
Yael Martínez trabaja con escenarios que plasman, a través de una narrativa coral, la relación entre la pobreza, narcotráfico, crimen organizado y los efectos que propicia la vorágine en las comunidades de
Guerrero, el segundo estado más pobre de México y uno de los más violentos. Para el fotógrafo, la marginación social de los habitantes del estado, se agudiza cada vez más, por lo que la situación actual de la población guerrerense es alarmante.
Desde los 29 años, Martínez se refugió en la fotografía no como un escaparate de la realidad, sino como un puente para retratar las caras más álgidas de la sociedad mexicana, fatigada de la inacción de las autoridades frente a las injusticias perpetradas día a día.