A diferencia del año pasado, cuando las fiestas de julio desbordaron las calles de turistas sedientos de beber de la identidad oaxaqueña, y en cada esquina había conciertos, performances o exposiciones al aire libre, este 2020 ni si quiera la Guelaguetza está confirmada.
Con ella se cancelaron exposiciones colectivas, conciertos, ferias gastronómicas y desfiles culturales, eventos todos que amenazan con no ver la luz este 2020. Mientras que los espacios culturales, antes recintos para quien busca a Oaxaca en sus letras y su plástica, están “congelados” y sin una fecha posible de reapertura.
Fue el pasado 17 de marzo cuando las autoridades determinaron el cierre de museos y sitios donde emerge la cultura; un día antes, se suspendieron los ensayos de bandas musicales y agrupaciones culturales. Después, se cancelaron los eventos públicos.
Foto: Edwin Hernández
Lo mismo ha pasado en otros espacios de la red creada por Toledo. Sara López Ellitsgaard, presidenta de la asociación “Amigos del IAGO”, e hija del artista plástico, destaca que “en los espacios fundados por el maestro se han buscado formas alternas de acercarse al público”.
Desde talleres, conversatorios,videos ilustrativos en lenguas originarias, concursos de foto y dibujo, hasta actividades didácticas para el público infantil.
“Sabemos que nuestro público está en casa y buscamos constantemente nuevas formas de hacerles llegar contenido y actividades culturales para realizar desde el hogar”, explica.
Para los promotores culturales y personajes que dirigen espacios donde los oaxaqueños interactúan con la cultura, el silencio es momentáneo. Cada espacio echa mano de sus redes sociales para ofrecer al público contenido en tiempo real y gratuito.
Foto: Edwin Hernández
“En algunos casos los retos que se presentan es proveer los materiales para los talleres ya que se tienen que imaginar con lo que posiblemente el público tenga en casa, ya que usualmente los espacios proveen el material y por la contingencia no es posible. Pero estamos trabajando para resolver estas dificultades”, completa López Ellitsgaard.
Respecto a la respuesta del público a las actividades en línea, Hazam Jara, director del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), se mantiene positivo. Explica que “están captando a nuevo público que quizá no ha visitado los espacios físicamente pero ahora ya les surgió el interés de visitarlos cuando vuelvan a abrir”
Sobre cuándo volverá Oaxaca a su vida artística y bohemia, llena de visitas a museos o recorridos por galerías, EL UNIVERSAL publicó el 22 de mayo pasado que Karla Villacaña, titular de la Secretaría de la Cultura y las Artes (Seculta) en Oaxaca, estima que tras la cuarentena, se prevé que las actividades se reanuden cuando estén listos los protocolos de salud.
De acuerdo con la funcionaria, los eventos pospuestos se reprogramarían para los meses de octubre, noviembre y diciembre. Pero advierte que eso no significa que la normalidad regrese pronto.
“Hay medidas que tendremos que seguir implementando durante los meses posteriores a la reapertura de los espacios, como el uso del gel antibacterial, cubrebocas, cupo mínimo y sana distancia, para salvaguardar la integridad de quienes visiten los espacios culturales”, anuncia. Ese será el costo a pagar para terminar con tanto silencio.