Fue en el mes de noviembre que la directora del recinto cultural, Cecilia Mingüer, anunció que el MACO contaba únicamente con el recurso que la asociación destinaba, mismo que había sido recortado para absorber solamente exposiciones, dejando fuera salarios, gastos de limpieza, mantenimiento, entre otros.
Ante ello, el personal participó en eventos a fin de recaudar fondos para solventar los gastos. El presupuesto asignado al MACO depende directamente de lo que entrega a la asociación Amigos del MACO el gobierno estatal, a modo de donativo.
La directora dijo, entonces, que la situación durante la pandemia del museo ha sido tan crítica, que optaron por reabrirlo, con medidas sanitarias, pues los gastos estaban “ahorcando” al espacio y a sus colaboradores.