“Cual seguridad, ni madres”: Taibo sobre protección a expresidentes
El director del Fondo de Cultura Económica visita Nochixtlán y la capital oaxaqueña.
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Va y viene con su séquito. Al menos cinco jóvenes con playera negra y un gafete con la leyenda de seguridad. Ve libros, revisa la feria instalada en la Alameda de León de la capital oaxaqueña, acepta “selfies”, camina; fuma un cigarro, se toma una Coca-cola. Y recibe reclamos. Es Paco Ignacio Taibo II.
--Ya leí que le dieron seguridad a Fox y a Calderón, no tienen por qué darles –le espeta una mujer, en tanto él se toma un descanso.
--Cuál seguridad --devuelve el director del Fondo de Cultura Económica, mientras su séquito le cubre del sol, le pone un sombrero, que él rechaza.
--Eso leí en los periódicos.
--Ni madres, ni madres.
--¡Pero eso dicen!
--No, no, usted no le crea a los periódicos…
El funcionario federal, polémico por sus declaraciones, y también por su designación, estuvo el sábado en Asunción Nochixtlán, donde promovió la lectura y rindió un homenaje a los caídos por el enfrentamiento del 2016 entre maestros y policías.
Por la mañana de este domingo llegó a la capital de Oaxaca. Recorrió la IX Feria del Libro Infantil y Juvenil y se placeó.
Siempre resguardado por sus colaboradores, caminó por la explanada de la Alameda de León.
“Mi plan de choque es estar en Nochixtlán y en Oaxaca, a la promoción y fomento a la lectura; muy grata y muy sana la reacción de la gente; este pueblo merece mucho más, apenas lo que podamos dar”, dice a EL UNIVERSAL.
Explica que anda “desatado” y recorre dos o tres ocasiones entidades del país cada semana, además de intensificar la edición de libros a precios baratos.
--¿Hay convenio, coordinación con el gobierno de Oaxaca?
--Nuestro único contacto con el gobierno fue para ver la situación con dos librerías en que teníamos un conflicto abierto y estamos resolviendo.
El sol es intenso. Saluda, accede a fotos del recuerdo, vuelve al sitio inicial, se toma un descanso. Y una Coca-cola, que acaricia, sorbe con deleite. Se marcha luego a comer, siempre con su séquito. Pantalón de mezclilla, playera negra colgada. Y cigarro en boca.