Basura, obras sin concluir y protestas sindicales, la herencia de García Jarquín a la ciudad de Oaxaca
En opinión de los agentes municipales, autoridades auxiliares de la capital, al principio sí atendió sus demandas, sostienen a EL UNIVERSAL
Oaxaca de Juárez.- La administración de Oswaldo García Jarquín al frente del ayuntamiento de Oaxaca de Juárez, el primer edil emanado de Morena, termina con protestas, bloqueos, tomas de centros comerciales y bancos por parte de trabajadores de cinco sindicatos que reclamaban el pago de prestaciones laborales, deuda que supera los 200 millones de pesos, según el propio gobernador, Alejandro Murat.
El final de su gestión, cuestionado por grupos políticos, trabajadores y dirigentes de partidos, opacó sus resultados en obra pública, aunque, en opinión de los agentes municipales —autoridades auxiliares de la capital—, al principio sí atendió sus demandas, sostienen a EL UNIVERSAL.
Advierten, no obstante, pendientes en materia de servicios básicos, como alumbrado público, seguridad y recolección de basura; este último, agravado por los paros de los trabajadores del Sindicato 3 de Marzo.
El agente municipal de Cinco Señores, Fidel Martínez Salazar, por ejemplo, dice que este trienio sí se ve una inversión considerable en la agencia, como la construcción de drenaje y drenaje pluvial, agua potable y pavimentaciones, demanda de muchos años atrás. También fueron beneficiados con el cambio de 270 lámparas en las cinco colonias que conforman Cinco Señores. “En cuanto a obra sí fuimos beneficiados”.
Las quejas, apunta, están relacionadas con la recolección de basura, que se complicó este año, así como con la urgencia de mejorar la seguridad pública.
Jorge Hernández Arango, agente municipal de Donají, difiere, porque en esta población el edil saliente “sí deja mucho que desear”. Aunque reconoce que en los dos primeros años sí hubo atención a sus demandas de infraestructura, en el tercero, el municipio no realizó ninguna de las 13 obras prioritarias etiquetadas para 2021.
El argumento del ayuntamiento fue que las obras están sobre una zona federal. Hernández Arango; no obstante, asegura que ya se habían ejecutado obras de electrificación y drenaje en esa zona, donde ahora se negaron. “Ahora ponen de pretexto que es zona federal por donde pasa el libramiento, pero ya está urbanizada y de hecho ya está lotificado”, denuncia.
“Yo no tengo ninguna queja porque las gestiones que realicé sí se lograron concretar con el municipio”, afirma Héctor Ramírez Mendoza, agente municipal de San Juan Chapultepec. Obviamente, apunta, se presentaron quejas por servicios básicos, como recolección de basura, seguridad y alumbrado.
“Sí dejaron dos o tres cosas que desear, sobre todo este fin de año en [cuanto a] la recolección de basura”, dice.
El agente municipal de Candiani, Misael Zárate Ruiz, también sostiene que sí hubo atención en obras de infraestructura, pero denuncia que algunas no se realizaron en un 100% o no contemplaron un estudio técnico en el que se incluyeran elementos que tuvieran un mayor beneficio para los vecinos.
“Nosotros, en la calidad de agentes, solicitamos la pavimentación de una calle y lo realizaron, pero no metieron cuneta ni pasos peatonales con reductores de velocidad. Les faltó profesionalismo hacia sus funcionarios de obras públicas”.
Al igual que las otras autoridades auxiliares, advierte que las quejas de la ciudadanía se concentraron en el alumbrado público, la seguridad y el servicio de recolección de basura.
Pendientes para Neri
Los cuatro agentes municipales consultados, que concluyen su gestión en marzo de 2022, coinciden en que las principales peticiones para el edil electo, Francisco Martínez Neri, también de Morena, son continuar con la atención a demandas de infraestructura y garantizar los servicios básicos.
También, que debe establecer una nueva relación con los sindicatos para obligar a sus agremiados a trabajar, y generar un mecanismo de mayor participación de las autoridades auxiliares o una comisión de vecinos por agencia, que se involucre en la licitación de las obras para evitar que se otorguen a amigos de funcionarios.