“Primero nos dijeron que en el Hospital de Especialidades, por norma, no recibe a personas heridas de bala, pero mi hija es una víctima de un atentado, no se le puede tratar así, no es un argumento válido. Luego nos dijeron que no había cama. Así que la situación burocrática ha demorado su ingreso al hospital ”, explicó Santiago Vargas.
El día del atentado, Katia fue a pedir trabajo al sindicado de obreros de La Venta. Luego de resultar herida, fue ingresada en el Hospital General Macedonio Benítez Fuentes, donde la atención es insuficiente y se suspende los fines de semana por falta de personal.
Las carencias en el servicio médico del hospital istmeño derivaron en una neumonía que deteriora la salud de la joven.