En un informe virtual, el presidente municipal de Juchitán, Emilio Montero, dio a conocer que del 26 de junio al 30 de julio fallecieron en el municipio 177 personas, de las cuales 130 casos se relacionan con el virus.
De ese total, 50 fueron por Covid-19, 12 por sospechas de la enfermedad, 23 por infarto, 14 por deficiencia respiratoria y siete por diabetes.
Además, ya suman 24 las personas fueron sepultadas sin datos familiares ni sobre la causa de muerte, ya que se realizaron en horas no hábiles y se consideran inhumaciones clandestinas.
En la cabecera municipal, los fallecimientos se concentran en primer lugar en las secciones Séptima, con 21, le sigue la Octava, con nueve, en tercer lugar se coloca la Quinta, con cinco, y por último la Novena, con cuatro. Mientras que en las colonias figura la Gustavo Pineda de la Cruz, con cinco, y la agencia de La Venta, con 10 fallecidos, y La Ventosa, con cuatro.
Desde el 26 de junio pasado, la alerta se disparó en esta ciudad zapoteca cuando los panteoneros comenzaron a notar que existían tres nuevas tumbas, sin recibir el reporte previo para registrar los datos del fallecido. A partir de entonces se comenzó a llevar un registro más preciso de los sepelios.
Según esos datos, a partir del 7 de julio se comenzaron a sepultar arriba de cinco personas al día, llegado al día 29 de julio a un pico de nueve personas, sólo el día 27 no hubo ningún fallecido.
Ante la falta de pruebas, los datos oficiales de los SSO sólo contemplan 168 casos positivos al virus en Juchitán en cuatro meses. Esta cifra no incluye los 170 contagios registrados en el Hospital General Macedonio Benítez Fuentes, el brote más grande en un centro médico del país.