Cuando el entonces secretario de Salud del gobierno peñanetista, José Narro Robles, entregó el Benítez Fuentes reconstruido a finales de noviembre del 2018, los ingenieros del nosocomio se percataron que faltaba algo… algo necesario.

Según el reporte de Salud, al hospital se le habilitó un área de imagenología con Rayos X, fluroscopía, ultrasonido, electrocardiografía, sala de mastografía y un tomógrafo de 80 cortes, servicios de laboratorio, anatomía patológica, cubículo de vacunas, salas de espera, trabajo social, curaciones y yesos; además de módulos de atención del adolescente, y violencia familiar.
Desde entonces, y en una segunda ceremonia de entrega del hospital en abril de 2019, el técnico Cuauhtémoc de Gyves de la Cruz insistió en la necesidad de que el “Macedonio Benítez Fuentes” tuviera su taller de reparaciones.

Entre enero y febrero de este año, los 385 trabajadores del nosocomio, entre médicos, enfermeras y técnicos, protagonizaron un largo paro de labores que los llevó a protestar en marzo a la Ciudad de México, donde les ofrecieron que les darían medicinas, insumos y equipos de protección para enfrentar la pandemia por Covid-19.
A su regreso de esa protesta, en Juchitán Cuauhtémoc de Gyves recibió al subdirector general de Administración y Finanzas de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), Martín Mathus Alonso, y juntos recorrieron la zona por donde podría instalarse el taller de reparaciones. El entusiasmo era colectivo. Como los SSO dijeron que no tenían los recursos, la Fundación Harp Helú ofreció la ayuda financiera para este proyecto.
Pero la pandemia le robó el sueño. La madrugada del 14 de abril, los familiares de Temo informaron que el apasionado sindicalista había fallecido.
Su hermano Leopoldo, expresidente municipal de Juchitán, expresó que tenía dificultades para respirar desde días antes, por lo que quizá se contagió del nuevo coronavirus en el hospital que él mismo ayudó a fundar y en el que luchaba por sus necesidades. Finalmente, el diagnóstico se confirmó.
Cuauhtémoc ya no vivió para darle seguimiento a su proyecto, que a juicio de sus compañeros como la dirigente sindical del hospital, Yolanda Sánchez Ulloa, y el jefe del Departamento de Mantenimiento, Audel Jiménez, no quedará inconcluso, porque hay un compromiso de la Fundación Harp Helú de financiar la construcción del taller.
Inicialmente, se sabía que la Fundación aportaría tres millones de pesos para; sin embargo, explica la lideresa sindical Sánchez Ulloa, por la pandemia se ha interrumpido la comunicación con los representantes de esa institución privada. “Espero que en la medida que haya condiciones, retomemos el sueño del compañero Cuauhtémoc”, dice resignada.