La labor de reconstruir con tarjetas sin fondos

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Guadalupe Jiménez Antonio llora, está preocupada. Su vivienda será demolida por los daños que dejó el sismo del 7 de septiembre, pero ella no tiene un sólo peso para levantarla de nuevo. Aunque  fue foliada y entró en el programa de reconstrucción del gobierno federal, ninguna de las dos tarjetas que le entregaron tiene fondos.

Como ella, otras  familias damnificadas descubrieron que la pesadilla del sismo aún no termina, pues  las tarjetas que les entregaron del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden) no tienen  recursos  para  comprar sus materiales de construcción. A otras, ni si quieran les han llegado los plásticos.

Guadalupe recibió sus dos tarjetas el 30 de octubre.  “Me dijeron en ese momento que no fuera a retirar el dinero, que esperáramos una semana”, recuerda.

Sus plásticos, con los números 5515 0940 0016b6 3881 de débito y 5515 0950 0016 3888 de vivienda, corresponden al folio 0999622 que la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano  (Sedatu) asignó a su vivienda por  daño total.

“Cuando fui a retirar y  quise comprar material, me dijeron que no tienen fondos”, lamenta.

En la  sucursal del Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi) los casos como los de Guadalupe no son atendidos. A los afectados se les indica que llamen al  número 01 800 que aparece en el sobre de las  tarjetas.

“Ya me fastidié de hablar al número. Sólo me preguntan si ya fui a la sucursal de Bansefi, les dije que ya fui,  y ahí me dijeron que debo volver hablar al primer número”, explica desesperada.

Desde entonces, a Guadalupe Jiménez la traen de vuelta en vuelta. Lo único que le dijeron en Bansefi es que su dinero de la tarjeta de débito, para el pago de la mano de obra, fue retirado por el mismo Fonden el 29 de octubre, un día antes  de que ella  la recibiera.

La desesperación la llevó a buscar entrevistarse con el gobernador. El pasado miércoles, Alejandro Murat llegó a Juchitán y  ella  fue a su encuentro; ahí le explicó que sus dos tarjetas están vacías.

“¿Alguien que atienda a la doña?”, respondió el mandatario, pero ni la intervención del gobernador resolvió el problema, al contrario; los funcionarios que la atendieron afirmaron que ella había retirado el dinero.  

“Alguien de Sedatu me atendió y me dijo que yo  retiré el dinero. Me enojé mucho porque me acusó de que yo lo  retiré”, dice molesta.

Más casos.  Como Guadalupe, David y Adelina siguen con la incertidumbre de saber  si recibirán los apoyos.  David Castillejos  también recibió el folio de pérdida total por los daños en su vivienda y aunque sí pudo  retirar el dinero para  mano de obra,   cuando fue a surtirse de materiales le dijeron que la segunda tarjeta no tenía fondos.

En total, David visitó cuatro establecimientos de materiales  en Juchitán, de donde es originario, y en los cuatro le dijeron lo mismo: los 90 mil pesos  que debería tener el plástico se habían esfumado. 

La historia de  Adelina Martínez  es diferente, pero tampoco cuenta con los recursos para reparar su vivienda. Aunque su casa quedó colapsada, aún no recibe su tarjeta por daño parcial. Los brigadistas de la Sedatu foliaron la vivienda con el número 00945, pero no le dieron el folio en papel.

“Nomás pegaron en la pared una calcomanía con el número de folio y se fueron”, explica.

Adelina dice que el 31 de octubre fue cuando entregaron las tarjetas a las personas con apellidos que inician con “M”, pero aunque ella fue al campo de béisbol,  le dijeron que su tarjeta no había llegado.

“Me dijeron que fuera a la sucursal de Bansefi a Juchitán para el 15 de noviembre. Fui, pero ahí me dijeron que pase a mediados de diciembre para ver si ya llegó mi tarjeta. Estoy desesperada, no tengo dinero y la casita se va a caer con tantos temblores”, lamenta.