Sierra Mixe, olvidada tras terremoto y lluvias
Desde el sismo del día 7, damnificados esperan el apoyo de las autoridades, a las que sólo han visto por televisión y en redes sociales
A un mes del sismo de magnitud 8.2, los habitantes de la zona Mixe siguen a la espera de los apoyos que el gobierno ha anunciado, pero que no han llegado. El olvido de las instituciones oficiales es visible: las carreteras permanecen bloqueadas por rocas de gran tamaño que derribó la tormenta tropical Ramón; las lluvias han sido implacables afectando a unos 20 municipios y sus agencias.
En Santa María Tlahuitoltepec, Ayutla, Asunción Cacalotepec, Santa María Tepantlali, Tepuxtepec, Totontepec, Tamazulápam del Espíritu Santo, San José Chinantequilla y Mixistlán (zona alta); Ocotepec, Atitlán, Alotepec, Juquila Mixes Camotlán, Zacatepec, Cotzocon, Puxmetacan, Quetzaltepec e lxcuintepec (zona media) y San Juan Mazatlán y San Juan Guichicovi (zona baja), las actividades se han detenido por completo y la gente hace lo que puede para obtener lo necesario para vivir.
EL UNIVERSAL intentó regresar a la zona de Quetzaltepec, una de las comunidades más afectadas por la fuerza del sismo del 7 de septiembre, sin embargo, por el bloquedo de caminos a causa de los deslaves fue imposible adentrarse. Sólo en la región de la Sierra Norte, 58 municipios fueron declarados zona de desastre por la Secretaría de Gobernación.
Viven en casas agrietadas
Isauro Ruiz Rosas, habitante del paraje Rancho Subida, en el municipio de San Pedro y San Pablo Ayutla, recuerda que con los sismos la situación, que ya era de por sí difícil en su comunidad, empeoró.
Como su casa, muchas otras sufrieron daños estructurales y siguen siendo habitadas a pesar de su estado. A los vecinos de la agencia municipal de Las Peñas y Rancho Hormiga, perteneciente al municipio de Tamazulápam del Espíritu Santo, les han dicho que la mayoría de las viviendas no entra en el censo, por estar construidas de madera o adobe.
El señor Isauro asevera que, desde antes del sismo, los caminos se vieron severamente afectados ante el paso de huracanes, pero eso no motivó a las autoridades a apoyar a los autodenominados “jamás conquistados”, y con maquinaria de los municipios vecinos, así como de las agencias, se organizaron para mover las piedras de la carretera; pero los derrumbes suceden a diario.
“No se calma el agua, todas las noches llueve, somos nosotros mismos los que hemos estado tapando los daños que también son visibles por dentro… y no he recibido nada de apoyos, tampoco los vecinos”, comenta el señor Isauro y lamenta que los apoyos se centrarán únicamente en las casas que se consideran pérdida total. “Estoy esperando a que se caiga mi casa, a ver si recibo algo”, bromea.
El saldo también alcanza a los cultivos. En estos días de lluvia ocasionada por la tormenta Ramón, los caminos y laderas hacia los terrenos de siembra quedaron intransitables, no hay acceso a pie por los deslaves y esto limita a los campesinos y su forma de vida.
Aunque los vehículos militares llegan a Ayutla, las comunidades más alejadas de la cabecera distrital no han recibido atención, además, las clases y actividades comerciales se encuentran pausadas.
“A cada rato hay derrumbes y se cierra el paso, las máquinas tardan mucho en llegar y es muy arriesgado hacerlo a pie porque no deja de caer agua”, explica María, una vendedora de tamales quien perdió su casa tras las lluvias registradas en septiembre de 2010, también en la zona Mixe. En ese entonces, refiere, tampoco llegó el apoyo gubernamental.
Ayuda “fantasma”
Los pobladores se quejan del olvido del gobierno. Desde su nombramiento como delegado local para la atención de la Sierra Juárez, Floriberto Vásquez Vásquez, no ha hecho acto de presencia en el distrito que se le asignó. El actual secretario de Economía estatal, Jesús Rodríguez Socorro, fue asignado para dar atención a la zona Mixe tras el sismo del día 7, pero ha tenido nula presencia. Mientras los caminos se llenaban de grandes rocas que dificultaban las actividades de los habitantes, el integrante del gabinete estatal acudió al XIV Congreso de Protección Civil, un rubro que ha quedado pendiente en la Sierra Juárez desde antes del sismo.
La Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPCO), por su parte, anunció que para atender a los afectados por lluvias se instaló un albergue temporal, pero los pobladores desconocen los detalles del servicio anunciado por televisión y redes sociales. Autoridades de Santiago Zacatepec Mixe, localidad cuyos accesos, al igual que los de Cacalotepec, Quetzaltepec y Tamazulapan, están totalmente cerrados aseguran que dicha ayuda no llegó.
“No hemos recibido nada, ni un kilo de frijol. Estamos a la espera de que Protección Civil acuda desde el 7 de septiembre, pero hasta la fecha, nada. Nuestras escuelas están muy mal y ningún profesional viene a levantar un dictamen”, lamentan los representantes de Zacatepec.
Los daños siguen en aumento en las agencias de Candelaria y San Juan Metaltepec. En Tiltepec, en Totontepec Villa de Morelos, unas 400 personas desalojaron sus viviendas y se refugiaron en la escuela del pueblo; la comunidad quedó sin acceso carretero y sin electricidad. En San Lucas Camotlán varias viviendas fueron desalojadas por la persistente lluvia que inundó viviendas y cultivos. Ante la inacción de las autoridades, los pobladores buscaron asilo con vecinos y familiares.
A la situación se suman Santa María Alotepec y San Isidro Huayapan donde, dicen, la ayuda del gobierno se reduce a una promesa que sólo algunos vieron en televisión.