Refinería reinicia con la producción de combustible
Arrancó al 50% de su capacidad para generar gasolina y diesel: Pemex; trabajos estuvieron suspendidos 2 meses tras el terremoto de septiembre
Con una producción menor al 50% de su capacidad, esta semana la refinería de Salina Cruz volvió a generar gasolinas, diesel y combustible pesado (Cope), de acuerdo con fuentes de la empresa petrolera.
La refinería Antonio Dovalí Jaime, del puerto de Salina Cruz, quedó fuera de operación desde la noche del 7 de septiembre, cuando el terremoto de 8.2 grados dañó las instalaciones donde operaban los tres turbogeneradores que alimentaban de electricidad a este complejo.
Petróleos Mexicanos (Pemex) informó, en su momento, que inicialmente rentó un equipo inglés para alimentar de electricidad las labores de mantenimiento y después dio a conocer la contratación de plantas eléctricas para la operación de la refinería.
Fuentes de Pemex confirmaron que la refinería reinició los trabajos en sus plantas desde el 7 de noviembre, pero aclaró que la producción de gasolinas empezó en esta semana. “Apenas estamos con un producción de 42% del total de la capacidad instalada”, explicaron a EL UNIVERSAL.
De acuerdo con dichas fuentes, la refinería de Salina Cruz comenzó a procesar 140 mil barriles por día para producir gasolina, diesel y combustible pesado. La capacidad instalada de ese complejo petrolero es de 330 mil barriles por día.
Este 2017 no fue un buen año para la refinería de Salina Cruz. Desde el 14 de junio, cuando explotó el área de tanques de 500 mil barriles, la planta suspendió sus operaciones 70 días. Dos semanas después ocurrió el terremoto que golpeó al Istmo y que la dejó fuera de operación dos meses más.
Desde la noche del 7 de septiembre las instalaciones petroleras tuvieron daños, justo donde se ubica la monoboya 3 de la Terminal Marítima, donde se surte de crudo a los buques tanques. Una manguera se fisuró y el petróleo contaminó el mar y las playas.
Por esas afectaciones y por los derrames ocurridos tras la explosión del área de tanques, que contaminó a la bahía La Ventosa y áreas de pesca de Boca del Río, Pemex enfrentó reclamos de los pescadores, y pagó dos mil 500 pesos semanales, por un mes, a unos mil afectados que trabajaron en la limpieza de las playas.
Con el derrame de crudo por el terremoto, también resultaron afectados los pescadores de El Morro, Garrapatero, Rincón Bamba y Chipehua, localidades que pertenecen al municipio de Tehuantepec. En esas poblaciones, Pemex y el gobierno municipal de Tehuantepec apoyaron “socialmente” a los pescadores que limpiaron sus playas contaminadas con grumos de petróleo crudo.
Con respecto a las afectaciones por el incendio, la lluvia negra y los derrames del 14 de junio, Pemex no ha cubierto deuda alguna.
El dirigente de los productores pesqueros de alta mar, Anselmo López Villalobos, dice que Pemex no ha respondido a la propuesta de poner en marcha un programa de repoblación de larvas en el Golfo de Tehuantepec para mitigar el desastre ecológico producido por los derrames ocurridos en junio.