Elsa, artesana talabartera, se pregunta de dónde va a sacar dinero para comprar los materiales para levantar un cuarto, pues los 15 mil pesos apenas alcanzarán para pagar dos semanas y media de mano de obra; la mujer sobrevive de la venta de los huaraches que elaboraba en su taller, que también se vino abajo.
“No es justo que me haya tocado 15 mil pesos, cuando mi casa se cayó completamente, no me parece justo que los que vinieron a censar determinaran que no tuvo gran daño. ¿Qué los llevó a tomar esa decisión?, ¿qué criterios utilizaron?, ¿eran ingenieros?, ¿eran arquitectos?, se cuestiona mientras señala el derrumbe.
Desde que recibió el dictámen del censo, Elsa se movilizó ante dependencias como la Sedatu, pero lo único que le sugirieron fue anotarse en una mesa de incidencias. Le dijeron que se revisaría su caso, pero que no se preocupara, que seguro podría obtener una nueva reclasificación.
Pero la casa de Elsa no entró en la reclasificación. “Ya me anoté, hasta hablé con la alcaldesa y me dijo que vería personalmente mi caso, también me anoto en una lista. También vino una empresa a valorar la casa y determinó que es pérdida total, ese documento también ya lo presenté, pero nada, no me han resuelto nada, que tengo que esperar”, explica.
Huaves piden reclasificación. Al igual que Elsa, en San Dionisio del Mar, un poblado ubicado en la zona huave del Istmo, un total de 200 familias presentaron sus quejas ante la Asamblea General del Pueblo, pues luego del censo recibieron de Sedatu la clasificación de daño parcial en sus viviendas, las cuales sufrieron daño total y que debido a las miles de réplicas siguen fracturándose, lo que las tiene a punto del colapso.
De acuerdo con Reynaldo Rodríguez, representante de la Asamblea, los casos que piden reclasificación podrían ser hasta 400 sólo en San Dionisio, pero sólo tienen registrados 200. Además, señala que existe un número similar de familias que ni siquiera fueron incluidas en el censo, por lo que el pueblo exige la reclasificación de las casas con daño parcial y la inclusión de quienes fueron excluidos.