Temen pérdidas de más de 2 mil mdd en el Istmo por freno de la 4T a energías limpias por Covid-19
La región del Istmo que tiene en operación 23 parques eólicos que producen dos mil 500 megas
Unión Hidalgo.— El acuerdo del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), para “garantizar la eficiencia y seguridad del sistema eléctrico nacional” y que cuenta con el respaldo del presidente Andrés Manuel López Obrador, prendió luces rojas entre campesinos y autoridades de los municipios de Juchitán, Unión Hidalgo y Santo Domingo Ingenio, donde podrían perderse inversiones por 2 mil 250 millones de dólares.
El acuerdo, publicado el 29 de abril y que limita la operación de las plantas de energía limpia para dar “un trato justo” a las paraestatales, como la Comisión Federal de Electricidad (CFE), dañaría la economía del Istmo porque en los tres municipios están en proceso de consulta y construcción cinco parques eólicos para producir 750 megawatts de electricidad.
“Estamos preocupados porque la medida de suspender o cancelar los proyectos de energía renovable, bajo el argumento de que hay poca demanda de electricidad por la pandemia, nos podría generar problemas sociales”, señala la presidenta municipal de Santo Domingo Ingenio, Amelia Gómez Ríos.
En ese municipio, donde funcionan cuatro parques eólicos, la comunidad aprobó la construcción de otros dos parques, uno en la cabecera y otro en la comunidad de Cerro Iguana. Desde hace años, cerca de 500 campesinos esperan el arranque de las plantas para cobrar los beneficios por alquilar sus tierras.
Actualmente, la región del Istmo que, según el gobierno federal está llamado a detonar el sureste del país con el Corredor Interoceánico, tiene en operación 23 parques eólicos que producen dos mil 500 megas.
Incertidumbre
“Aquí, en Unión Hidalgo, también estamos preocupados con el acuerdo del Cenace. ¿Tiene ese organismo la facultad de limitar la generación de energía renovable? Esa es una facultad que le corresponde a la Comisión Reguladora de Energía (CRE)”, cuestiona el edil César Carrasco Vicente.
En esta comunidad, donde opera el parque Demex que suministra electricidad a un grupo empresarial, hay una consulta suspendida por la pandemia, para aprobar o rechazar la construcción del parque Guná Sicarú.
Jacinto Morales es un campesino que forma parte del comité que firmó contratos con la filial mexicana de la empresa Eólica de Francia, él y otros 100 compañeros que rentaron sus tierras están preocupados por el acuerdo que beneficia a la CFE a través del Cenace.
Por la pandemia, explica, los dueños de las tierras no se han podido reunir. Sin embargo, aclara, solicitarán la mediación de las autoridades municipales ante los gobiernos federal y estatal para que les expliquen cómo se podrían frenar los golpes a la economía, al medio ambiente, a la inversión privada y a la población, si se concreta la suspensión de operaciones para los nuevos parques eólicos.
El presidente de la Unión de Propietarios Rurales de Energía Renovable del Istmo (Uperi), Porfirio Montero Fuentes, a su vez, exige que la CFE aclare que respetará los contratos firmados porque, de lo contrario, buscarán el amparo contra esas decisiones que califica como arbitrarias.
Autoridades municipales y dueños de las tierras piden que el gobierno de Oaxaca, frente a la negativa del gobierno federal, facilite las inversiones que permitan desarrollar al Istmo y que propicien las derramas económicas.
“Los dueños de las tierras no van a permitir que acuerdos unilaterales, como el del Cenace, lastime sus economías. El gobierno ni siquiera sabe que cada parque derrama unos 50 millones de pesos cada año en pago por renta de tierras, compra de combustibles, más la generación de empleos y obra social anual”, advierten.