Mixes tendrán que abandonar sus casas por daños tras terremoto y lluvias

Tras las lluvias, huracanes y el temblor, ni la solidaridad, ni el apoyo del gobierno ha llegado a esta región de Oaxaca

Municipios 13/09/2017 15:01 Christian Jiménez Asunción Cacalotepec, Oaxaca Actualizada 20:56

Decenas de historias se tornan trágicas en la zona noroeste del estado, conocida como región Mixe; el área que arropa a una veintena de municipios permanece sin ayuda. Tras las lluvias, huracanes y el temblor, ni la solidaridad, ni el apoyo del gobierno ha llegado.

Claudia Luis García, una de las afectadas, señala que el día que tembló, ella había salido de Cacalotepec para hacer una visita en la ciudad. Intentó regresar al día siguiente pero los derrumbes en el camino que conducen a la localidad se lo impidieron. Fue hasta el pasado martes que pudo regresar.

Entró a su casa, inundada por un lodo espeso, producto de las lluvias que han destruido cosechas enteras. El agua reblandeció las paredes de adobe, que filtraron líquido mojando todas sus pertenencias. Las lluvias han persistido dejando a la familia sin opciones. Por ello, han sacado todas sus pertenencias; después, irán a vivir a un predio ubicado en la agencia Vicente Guerrero, en la zona donde se ubica el basurero municipal de la Villa de Zaachila.

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En Cacalotepec la familia vive en un “cerro de agua”, en éste se ubican los pozos de captación que abastecen del vital líquido al pueblo, por eso, todos los vecinos han ido, paulatinamente, abandonando sus hogares. “No tenemos otra opción, decimos que lo material se recupera, pero se va nuestro patrimonio, nuestro esfuerzo de tantos años”, lamenta resignada por salir de su casa, a la que llegó hace más de 35 años.

Las autoridades municipales y propietarios han intentado reparar las grietas en las laderas afectadas, con cemento y cabello de mujer, pues de acuerdo a la tradición local, para que la construcción deje de agrietarse es necesario añadir un mechón y virutas de ocote, para que el cemento se “amarre” a la tierra.

A pesar de la medida tradicional, la mujer, su hija y su esposo, un maestro de educación básica jubilado, improvisaron vigas con grandes troncos de madera para sostener la estructura de la que fuera su habitación. Se pronostica que este año la lluvia cese hasta octubre, hay años que las tormentas en tierra mixe se extienden hasta diciembre; las familias temen un desgajamiento del cerro que no solamente les quite el patrimonio, sino también la vida.

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