“El Señor nos ha movido a todos el tapete, para que empecemos a revisar todos cómo tiene que reconstruirse la vida, ¿qué espera Dios de nosotros?, ¿por qué nos ha dejado la vida?, ¿qué quiere Dios de cada uno? Quiere nuestra vida y corazón.

“Porque lo que hay que reconstruir no solamente es la casa material, lo que está allá afuera; esa se va a construir, lenta o rápidamente, con apoyo o sin apoyos, pero tiene que seguir adelante; lo que se debe reconstruir fundamentalmente es nuestra propia vida.

“Hemos estado lejos de Dios, nos hemos acordado de Dios cuando hay necesidad… y entró el crimen, entró la droga, ha entrado el alcoholismo, nuestros jóvenes están desorientados, y eso es un drama que está destruyendo a nuestra misma sociedad”.

Lo anterior fue parte del mensaje que dirigió el obispo de Tehuantepec, Óscar Campos Contreras, al encabezar un servicio religioso de la iglesia Católica, frente al palacio municipal de Juchitán de Zaragoza, al cumplirse los 40 días del sismo, ocurrido el 7 de septiembre.

Cientos de juchitecos se congregaron en ese sitio, la mayoría de las mujeres con indumentaria istmeña de señal de luto, quienes escucharon la homilía; muchos también lloraron en el acto, al recordar la tragedia que devastó la mayoría de los 41 municipios de la región del Istmo de Tehuantepec.

Tras ello, grupos musicales de la región ofrecieron un concierto con música de luto, para acompañar lo que en los pueblos zapotecas se considera el fin del duelo, tras 40 días de los sucesos.