Cerco anti Covid-19 revivió pugnas territoriales en la región Triqui; San Pedro Chayuco niega agresiones
Los hechos violentos se empezaron a registrar desde el pasado 5 de abril de 2020, cuando se instaló un filtro sanitario en la comunidad
Oaxaca de Juárez.- El presidente del Comisariado Ejidal de San Pedro Chayuco, localidad de Santiago Juxtlahuaca, Victorino Bernardo Hernández Onofre, negó que habitantes de su comunidad agredieran con armas de fuego a un grupo de 150 indígenas triqui adheridos a la Unión de Bienestar Social de la Región Triqui (Ubisort); hecho que ocurrió el 10 de mayo y dejó una persona muerta.
Mediante un comunicado, explicaron que los hechos violentos en esta zona de Oaxaca se empezaron a registrar desde el pasado 5 de abril de 2020, cuando se instaló un cerco sanitario en Santiago Juxtlahuaca como medida de prevención ante el coronavirus Covid-19.
Sin embargo, el cerco sanitario revivió los conflictos por límites territoriales entre algunas comunidades de la región triqui como Ojo de Agua Copala, Agua Fría Copala, La Cumbre Yerbasanta, Santa Cruz Tilapa, Yosoyusi, Guadalupe Tilapa y San Pedro Chayuco.
Ese 5 de abril, aseguró, los miembros del Comisariado Ejidal de San Pedro Chayuco fueron agredidos con armas de fuego mientras se encontraban trabajando en los terrenos que sostiene son de este núcleo ejidal.
Posteriormente, el 7 de abril, se buscó una solución pacífica al conflicto con Macario García Merino, dirigente del Movimiento de Unificación y Lucha Triqui Independiente (MULTI). Las reuniones se celebraron el 11 y 16 de abril; en la primera acordaron respetarse mutuamente y no agredirse, pero en la segunda reunión aseguró que el MULTI rompió esos acuerdos y también los rechazaron los líderes de la Ubisort y de la Confederación Nacional Campesina (CNC).
El 9 de mayo, Bernardino Hernández narró que recibieron un oficio firmado por Macario García Merino (entre otros) en el que les informan que tienen planes de realizar una reunión en el paraje Loma Cocina.
Como autoridades agrarias de San Pedro Chayuco, aseguró, decidieron no acudir al lugar ni a la reunión porque se rechazó retomar el diálogo con la intervención de dependencias estatales y con base a los expedientes técnicos y planos definitivos de los núcleos agrarios.
Sin embargo, continuó, los habitantes y autoridades de Agua Fría Copala sí acudieron al lugar “con la intención de invadir y saquear nuestra comunidad, toda vez que acudieron con armas de alto calibre.
“Al percatarse de que las autoridades de San Pedro Chayuco no acudirían comenzaron a deribar árboles y a internarse en territorio de nuestra comunidad. Mediante perifoneo se les pidió amablemente que suspendieran sus trabajos y retiraran del lugar”.
Según Bernardino Hernández, la respuesta de los pobladores de Agua Fría Copala fue un ataque hacia la comunidad con ráfagas de armas de alto calibre y de uso exclusivo del ejército. Los impactos de las balas “destrozaron” las instalaciones del Instituto de Bachilleres del Estado de Oaxaca (IEBO) y afectaron casas habitación de la población.
“El ataque duró aproximadamente 10 horas, toda vez que los ataques empezaron aproximadamente a las 11:30 de la mañana y terminó aproximadamente a las 7 de la noche. Durante todo ese tiempo se hicieron llamadas al 911 y a las autoridades locales, así como al 95 batallón de infantería con sede en Santiago Juxtlahuaca, a la Guardia Nacional al igual que a la Policía Estatal y Ministerial, sin tener el apoyo de ninguna de estas instituciones”.
La autoridad agraria de San Pedro Chayuco denunció el hostigamiento en contra de su comunidad del que ha sido objeto por parte de organizaciones afines a las comunidades triquis. También denunció el abandono gubernamental y exigieron la intervención inmediata ante la problemática en esta población y en las comunidades de la región en conflicto por los límites territoriales.