Una casa a medias, a falta de recursos en Tacache de Mina
La ayuda de las autoridades sólo alcanzó para los cimientos en las viviendas censadas, aún falta muy por hacer en materia de reconstrucción
“¡Ay!, hasta el hambre se me fue, nada más de pensar de dónde voy a sacar para hacer otra casa”, dice Marcelina Sánchez, una de las damnificadas de Tacache de Mina, municipio de Oaxaca colindante con Puebla, quien desde hace un año reconstruye su hogar afectado por el sismo de magnitud 7.1 del 19 de septiembre de 2017.
La mujer de 43 años y madre de cuatro hijos, es una de los aproximadamente 88 pobladores quienes de 473 afectados en este municipio de la región Mixteca, recibieron sus tarjetas del Banco de Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi) para reparar sus casas.
“Mi vivienda fue pérdida total y sí recibí un apoyo, nada más que quedó a medias, me falta el recurso para terminarla”, platica mientras vende pescado bajo un intenso sol y por las calles de esta comunidad, distante a 267 kilómetros de la capital de Oaxaca.
Pero, aunque recibió un apoyo de 120 mil pesos, canjeado en material de construcción, este no ha sido suficiente para edificar una nueva casa, explica. Y a un año del desastre natural, la construcción solo cuenta con los cimientos, pues ahora necesita otros 45 mil pesos para la contratación de un albañil que concluya su vivienda.
Sin embargo, para Marcelina esta cantidad de dinero no es tan fácil de ahorrar, debido a que al día solo gana entre 140 y 200 pesos de la venta de pescado, y con lo cual mantiene a su familia.
Incluso, así, ella conserva la esperanza de que un día termine la edificación de su nueva vivienda, “lo que me urge es techarlo, ya aunque sea vivir como en los tiempos de antes, con piso de tierra, mientras vaya uno poco a poco”.
Mientras llega ese día, vive dentro de su antigua vivienda agrietada que a pesar de no ser habitable por los daños, la mujer mixteca no tiene por ahora una mejor opción para dormir y descansar, por lo que intenta olvidarse del riesgo al que se enfrenta.
A la madre de familia la acompaña su hija Jeniffer, de 24 años, quien recién egresó de la licenciatura de Biología Marina y ha regresado de la Costa a su comunidad para apoyarla. La joven profesionista reconoce vivir con angustia todos los días al entrar a su casa, pero la situación económica no les permite tener otro espacio.
Diversas anomalías
“Yo sí tengo miedo porque la ves, a mí sí me da miedo, y pues me desespero porque no sale del pescado, de las ventas que tenemos al día para completar lo de la mano de obra”, expresa.
Como esta familia, hay decenas de damnificados que, incluso, no recibieron un recurso de los gobiernos federal y estatal para la reconstrucción de sus viviendas.
La autoridad local y pobladores acusan irregularidades en el censo que realizó la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), debido a que aseguran no concluyó con la revisión de las casas, y casi 400 damnificados se quedaron sin apoyos.
Marcelina fue parte del comité de habitantes que observó el censo, y denuncia que el personal de la dependencia federal solo estuvo en el municipio una semana, donde al día únicamente le daba tiempo de verificar siete viviendas debido al proceso de evaluación que practicó con los dispositivos móviles.
Édgar Cabrera Ramírez, secretario municipal de Tacache de Mina, confirma las anomalías, y precisa que de 473 damnificados, 88 recibieron apoyos para la reconstrucción, de los cuales solo cinco fueron beneficiarios de las tarjetas de un monto de 120 mil pesos, mientras el resto, de 15 mil pesos, lo que provocó el enojo en la población.
La reparación de viviendas no solo está lenta, sino que en los inmuebles públicos como el Palacio Municipal la reconstrucción aún no empieza ante la falta de recursos. Hasta ahora, el ayuntamiento no ha recibido apoyo de los gobiernos federal y estatal; la única ayuda que llegó fue hace un año por parte de Protección Civil, quien suministró algunos víveres.
En 12 meses, la comunidad y su autoridad municipal se han organizado para reparar con recursos propios las escuelas, el kiosco y algunas viviendas, pero el dinero es insuficiente para atender todas las afectaciones.
Desde entonces, Tacache de Mina está fracturado, las huellas del terremoto que nació en Morelos y alcanzó a la Mixteca de Oaxaca, están presentes en esta población donde habitan alrededor de dos mil 200 personas. Su gente y sus inmuebles están abandonados.