Obras del Interoceánico reavivan disputas por tierras en el puerto de Salina Cruz

Juchitán de Zaragoza.— Antes y después de que el entonces presidente de México Enrique Peña Nieto anunciara a mediados de diciembre de 2017 la creación de la Zona Económica Especial (ZEE) de Salina Cruz, de forma sorpresiva campesinos de este puerto recibieron ofertas para que vendieran sus tierras más, o menos a precios atractivos.

La historia es del dominio público, señala el presidente municipal de esta ciudad portuaria, Juan Carlos Atecas Altamirano (Morena). Se supo por parte de los campesinos, agrega, que algunos habían vendido dos o tres parcelas que formaban un polígono de una hectárea. Los compradores fueron identificados como legisladores, funcionarios de los tres niveles de gobierno y amigos de ellos.

Esos predios que desde un principio deslumbraron a los políticos fueron los ubicados en las inmediaciones de las comunidades de Salinas del Marqués y Playa Brasil, que pertenecen al municipio del puerto de Salina Cruz, agrega el edil, quien señala que no acusa a nadie,  sino que relata las historias que le compartieron los campesinos.

Dos años después del anuncio de la ZEE, que impactaría inicialmente en un polígono de 57 hectáreas de Salina Cruz, que sería el punto neurálgico alrededor del cual se desarrollaría la zona económica y donde se esperaban inversiones foráneas por dos mil 785 millones de dólares, de acuerdo con los informes oficiales de esos años (2017 y 2018), de nueva cuenta surge el interés por tierras porteñas. 

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Ahora son las obras en el puerto, que forman parte del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, anunciado por el gobierno federal como uno de los polos de este ambicioso proyecto logístico y de movimiento de mercancías, los que han despertado de nuevo la ambición por las tierras. 

La disputa se centra por el momento en dos predios: tres hectáreas donde se construyó un mercado zonal que funciona irregularmente, pese a que tiene un registro de 300 comerciantes y dos hectáreas más, cerca del mar, con vista exclusiva al impresionante oleaje del Pacífico, en Playa Abierta. Y los personajes que protagonizan dicha disputa se identifican como autoridades municipales pasadas. 

“No me explico, salvo que sea su ambición, que algunos personas quieran apropiarse del edificio que alberga el mercado zona Manuel Clouthier, que se construyó entre 2003 y 2004, y después nunca nadie o muy pocos, que fueron presidentes municipales le metieron dinero a ese inmueble”, dice a EL UNIVERSAL un regidor de ese periodo, Rubén Rosette Garibay.

Al lado de la construcción, que luce en el abandono, entre la maleza y los tendederos de ropa de los vecinos, hay una hectárea y media de terrenos libre, y que “muchos desean” porque colinda con dos agencias automotrices, una gasolinera y una tienda de electrodomésticos. Es un terreno jugoso que unos dicen que no tiene dueño, otros aseguran que son ejidales.

El empresario naviero, Mario Ramón Cisneros, insiste que es el dueño, que tiene títulos de propiedad de las tres hectáreas entre la construcción y el terreno libre, afirmación que rechaza Atecas Altamirano. El edil desmiente y dice que ese predio fue adquirido por el gobierno de Salina Cruz desde el periodo 2002 a 2004 y revendido en las siguientes cinco administraciones. 

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Pero no es el único predio en disputa. Al suroriente del puerto, pasando la zona de la Administración Portuaria Integral de Salina Cruz (Apisal), en las cercanías del punto conocido como Playa Abierta, el gobierno de la 4T construirá un malecón, a propuesta del ayuntamiento porteño, que afirma es el sueño de las familias salinacrucense. Justo a un kilómetro, hay dos hectáreas que disputan unos particulares.

Ese predio de dos hectáreas, de un conjunto de 10 en total, forma parte del Fundo Legal de Salina Cruz, dice el alcalde Atecas Altamirano, quien comenta que quienes deseen construir en esa zona, primero deberán comprobar que son los dueños y después, tendrán que invertir mucho porque como es zona alta y salina, la construcción costará hasta 10 veces su valor.

Para el edil, el anuncio de Peña Nieto con su ZEE acrecentó la ambición de quienes aprovechan las coyunturas para especular  con la tierra. Y ahora, con el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, esa ambición se avivó. 

“El gobierno de la 4T tiene claro que donde los políticos especularon con la compra de las tierras, al lado de la Costera, nada se construirá ahí, porque después de todo, 90% de las obras del nuevo puerto, se harán en el mar”, finaliza.