Día de Muertos, un respiro social en Tuxtepec
La tradición por Día de Muertos rompió con el silencio de las calles, en las que el acordonamiento con cintas amarillas de precaución ha sido una escena cotidiana
En medio de una tensa calma y de una contradicción social por la ola de violencia que apenas el fin de semana registró dos homicidios dolosos, las calles de Tuxtepec se adornan de flores de cempasúchil y borla, que desde la vía pública ofrecen decenas de comerciantes a la población para celebrar Día de Muertos.
Las calles del centro de la cuidad se sienten vivas por la efervescencia de la población que sale a comprar lo necesario para instalar sus altares.
Los pasillos callejeros que forman los comerciantes del mercado central sobre las banquetas lucen repletos de frutas y otros artículos para la temporada, algo poco habitual.
La tradición por Día de Muertos rompió desde este martes con el silencio de las calles, en las que el acordonamiento con cintas amarillas de precaución ha sido una escena en repetidas ocasiones.
Los campesinos de municipios de la región de la Cuenca, como son de San Lucas Ojitlán, a más de 50 kilómetros de Tuxtepec, aprovechan la ocasión para la venta de diferentes productos que dan sabor y color a la ancestral celebración.
Sobre el pavimento y huacales acomodan las calabazas que ellos cosechan; las flores, la yuca, camote, hojas de plátano para tamales, pinole, entre otros productos.
Aunque la venta es cada vez menor, doña Margarita, con 30 años en el negocio, afirma que no desistirá de esta actividad mientras se mantenga viva la tradición.
