Se “ahoga” la cosecha de flores

Lluvias pegaron a producción de cempasúchil; es más tradición que ganancia: campesinos

Al menos 20 familias de la Mixteca llevan sus flores a vender a calles y mercados, a quienes se suman productores de Puebla y Edomex. (EDWIN HERNÁNDEZ. EL UNIVERSAL)
Municipios 31/10/2017 10:48 Christian Jiménez Oaxaca Actualizada 10:48

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Homero Guerrero  y sus hermanos se dedican a labrar el suelo mixteco  desde hace más de 20 años. Cada noviembre, su  cosecha está dedicada por completo a los muertos; sus tierras se visten de tonos amarillos y magentas aterciopelados que por unos cuantos días adornarán altares y sepulturas.   

Aunque los campos de la Mixteca oaxaqueña no resintieron con fuerza los sismos de septiembre, las lluvias posteriores mermaron las cosechas de la familia, su  único sustento económico. Por las pérdidas, autoridades censaron los cultivos afectados, pero hasta ahora  los apoyos no han llegado.

Flores accesibles. De acuerdo con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), en la Mixteca un total de 47 mil hectáreas se destinan a cultivos de flor de cempasúchil; para este año se tiene previsto que la producción alcance las 326 toneladas.

Eso dicen las cifras, pero en Silacayoápam las lluvias inundaron los cultivos que prometían grandes ramos de flores. Homero destaca que este año los huracanes y tormentas tropicales trajeron tanta agua que en dos semanas ahogaron los campos.

“Las lluvias fueron muy fuertes, nosotros trabajamos, por lo regular, por la mañana y la madrugada, pero en este año la lluvia no dejaba trabajar. Se inundaron los cultivos y eso afectó considerablemente a la forma en la que las flores se dieron este año”, dice el campesino.

Homero explica que las flores de cempasúchil son ideales para adornar tumbas y altares, pues  soportan las bajas temperaturas, comunes de  noviembre. Además, implican bajos costos de producción y por tanto de venta, pues un manojo llega a venderse  en 50 pesos. Los precios en los que se oferta al público hacen a este tipo de flores accesibles para todas las familias, dice Homero.

Las flores de muertos como el cempasúchil y la cresta de gallo o flor de terciopelo, se siembran desde el mes de agosto. Homero reseña que se prepara la tierra, se limpia el terreno y se llevan las semillas, un costal —apunta—, cuesta hasta dos mil pesos y se necesitan al menos cinco para levantar la producción en una hectárea.

Según la Sagarpa, esta actividad se replica en  municipios como Asunción Cuyotepeji, Tezoatlán de Segura y Luna, Huajuapan de León, Mariscala de Juárez, San Agustín Atenango, San Andres Dinicuiti, Santiago Huajolotitlan, principalmente. Con 43 toneladas, este último es el municipio que más flores produce.

Menos ganancias. A causa de las lluvias, en Silacayoápam y sus agencias los campos enlodados mermaron el desarrollo de las flores. Homero explica que por el exceso de agua las plantas no ramean y les salen pocas flores. Para conformar los manojos que llevarán a vender la cabecera municipal deberán cortar más flores, lo que afectará sus ganancias finales.

Los beneficios que los productores obtienen por su cosecha no rebasan los 10 mil pesos, monto que obtuvo Homero y su familia durante 2016 por el total de flores que crecieron en su terreno.

En su comunidad, explica Homero, hay al menos otra veintena de familias que llevan sus flores  a vender a calles y mercados, a quienes se suman  productores de Puebla y el Estado de México, que como producen en mayor medida, suelen abaratar los precios.

El productor oaxaqueño resalta que se trata de flores que crecen apoyadas de productos químicos, por ello, alcanza para llenar camiones que recorren las localidades de la región, quitando la oportunidad a los campesinos oriundos de la zona de colocar sus productos.

“Lo que  producimos no tiene químicos, cuando hace mucho frío lo que hacemos es abonar y poner fertilizante para que la tierra se caliente, sólo se hace una vez durante todo el periodo de siembra (...) Con lo que producimos no alcanza para comer, se ha convertido más que en un trabajo, en una actividad tradicional”, reitera.

Homero indica que hace algunas semanas, personal de gobierno  recolectó datos de los cultivos afectados  por las lluvias,  pero hasta el momento los apoyos no han sido entregados.

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