Ante esta segunda negativa los migrantes tuvieron que caminar más de 40 kilómetros desde la colonia Ostuta, donde sólo se les permitió pernoctar en un panteón, hasta llegar a Santo Domingo Ingenio, donde descansarán para salir mañana temprano hacia Juchitán.
“Personalmente no hablé con el señor Romero, hablé con él por teléfono, a través de una llamada que realizó el delegado de Paz, Tizoc (Morgan)”, reveló García Villagrán, quien dijo que sólo le pidió que las autoridades municipales no impidan el ingreso de la caravana a las comunidades que están en la ruta migratoria. “Quedamos de volver a comunicarnos”, señaló.
Ayer, los migrantes fueron obligados a descansar entre las tumbas del panteón de la colonia Río Ostuta, donde por la tarde, agobiados por el hambre, se las ingeniaron para hacer fogatas con ramas secas de los escasos árboles del cementerio, prepararon algo de café y compartieron los panes que llevaban, debido a que las dos pequeñas cocinas del lugar cerraron sus puertas para no brindarles servicio.
Este domingo el grueso de la caravana, unas mil 500 personas, ya ingresó a Santo Domingo Ingenio, donde sí se les permitió descansar en la cancha municipal, pero hasta el mediodía un grupo rezagado compuesto por mujeres y menores de edad en brazos de sus madres o en carriolas, caminaba sobre la carretera bajo 33 grados de temperatura.
Otro grupo de unas 200 personas, las más avanzadas, llegaron por la mañana de hoy a la ciudad de Juchitán.
En medio del sufrimiento que vienen padeciendo los migrantes, a quienes las autoridades de la zona oriente del Istmo les están negando sitios de descanso, agua o atención médica, el secretario del gobierno de Oaxaca, Jesús Romero López, informó que estuvo recorriendo el Istmo, “para atender distintas acciones en materia de migración”, pero no se pronunció sobre el rechazo a la caravana de parte los ediles de Zanatepec y Niltepec, ambos morenistas.