Reina fue la segunda persona que llegó al módulo que se instaló en el interior del preescolar Benito Juárez, ubicado a un costado de la explanada municipal, donde dos días antes el pueblo decidió desconocer al edil.
Fue la primera mujer ikoots en llegar y recibir la vacuna, acompañada de su nieta, quien la animaba a no temer por las reacciones; después de ella, llegó una docena más.
Pese a ello, reconoce que no tienen la certeza de la causa de esos decesos, pues no cuentan con médicos en el centro de salud y tienen que trasladarse hasta Salina Cruz, algo que nadie hacía porque por meses fue riesgoso salir del pueblo por el conflicto político interno que ha dejado 16 muertos.
“Dudé mucho en venir, pero recordé que en el pueblo no tenemos médicos y en una emergencia por Covid no tendremos a quién acudir, así que decidí vacunarme para estar un poco protegida, aunque ya me haya dado”, explica.
Después de Reina, los adultos mayores comenzaron a llegar a las 9:00 de la mañana, en el horario que les indicaron en la asamblea comunitaria y por los altavoces, el que ellos llaman “la hora de Dios”.
Algunos con manojos de papeles bajo el brazo, otros protegiéndolos en bolsas de plástico, pero todos silenciosos, formados en una fila.
“Son pocos los abuelitos que van a venir”, asegura Alberta, quien acompañó a su marido a la vacunación. Y no es la única que dice lo mismo, otros familiares repiten que muchos ancianos tienen miedo por lo que escuchan o por lo que sus hijos leen en el deficiente servicio de internet sobre reacciones secundarias o sobre rumores de muertes.
El Programa Bienestar designó para San Mateo del Mar mil 108 vacunas distribuidas en tres sedes. En la cabecera municipal se destinaron 690 dosis, en Huazantlan del Río 215 y en la Colonia Benito Juárez 203 vacunas.
Aunque costó convencer a los ancianos, estas mil 108 dosis divididas traen algo de esperanza a este pueblo ikoots que vive una tregua momentánea entre las partes en conflicto, la asamblea del pueblo y el exedil Bernardino Ponce, pues, al final, ambas están convencidas de que salvarse de un virus extraño es lo primordial en este momento.