Juchitán.– Las autoridades municipales de Santo Domingo Ingenio impidieron el ingreso del Viacrucis del Migrante a esa población del Istmo de Tehuantepec, procedente del municipio istmeño de Santiago Niltepec, tras una caminata de 20 kilómetros sobre la carretera Panamericana 190.

Los poco más de 3 mil migrantes enfilaron sobre la carretera local, pero antes de llegar al arco donde se da la bienvenida a la población, policías municipales les cerraron el paso. “Nos dijeron que no podemos entrar”, dijeron hombres y mujeres sedientos y agotados.

Ante la negativa del presidente municipal, Germaín Alvarado López, de permitirles el descanso bajo un domo construido al lado del palacio, los migrantes optaron por tumbarse en las orillas de la carretera local y la Panamericana, para descansar run par de horas.

Después, frente a las reiteradas amenazas de que podrían ser corridos por algunos habitantes, decidieron seguir caminando hacia La Venta, una comunidad que pertenece al municipio juchiteco, donde esperan que les permitan pernoctar hoy.

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Les brindaron agua para asearse y lavar. En las caravanas anteriores, el edil llamaba a través de redes sociales a que nadie abriera la puerta a los migrantes; ahora fue diferente y se les dio ayuda humanitaria

El pasado martes nueve de abril, cuando el Viacrucis del Migrante ingresó al territorio oaxaqueño, procedente de Chiapas, defensores de derechos humanos, sacerdotes católicos y pastores evangélicos pidieron a las autoridades de Oaxaca el apoyo humanitario para los extranjeros.

Inicialmente fueron ignorados en San Pedro Tapanatepec, donde ingresaron, pero las autoridades no les ofrecieron ni agua ni un espacio para el descanso, a diferencia de Zanatepec y Niltepec, donde les dieron facilidades. Ahora, en Ingenio, no les permitieron ingresar.

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En San Pedro Tapanatepec, ante los ojos del gobierno municipal, están como invisibles. Nadie los ve y nadie los oye, a pesar de que son casi la mitad de la población nativa que vive en la cabecera
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