Son las 5 de la tarde y 31 minutos. Ha pasado media hora desde el límite de tiempo que dio personal de Salud de Oaxaca para poder aplicar las dosis que sobran en este municipio, al cual llegaron 630 a las 10 de la mañana, pero el inmunológico no se acaba ni porque han llegado pobladores de al menos tres comunidades cercanas a recibir la vacuna.
“Unos vecinos que vinieron a vacunarse nos dijeron (...) allá en la cabecera de Atzompa no era como acá, llegaban y se metían a la fila. Yo y mi esposa vamos a ser los últimos”, dice a EL UNIVERSAL un adulto mayor, momentos antes de que Bienestar decidiera extender el periodo.

— Hay vacunas, pero mire, lo que no llega es gente, dice uno de los médicos de uno de los puestos de vacunación.
— ¿Hasta qué hora se podían aplicar las dosis?, se le pregunta.
— Hasta las cinco, contesta y refuerza la respuesta con su mano extendida con cinco dedos.
El médico explica que aún no saben cuántas dosis sobran, mientras los funcionarios federales siguen buscando adultos mayores que reciban las dosis. Cuestionadas sobre cuántas son, molestas, señalan que no han hecho el corte.
El problema de que no se apliquen hoy estas vacunas se debe a que por las condiciones del inmunológico, este debe permanecer en condiciones de ultracongelación a -70 grados, y una vez descongelado un paquete, sólo se cuenta con pocos días para aplicarlos, mientras que los frascos sólo pueden usarse durante pocas horas.
De acuerdo con Manuel Duarte, presidente municipal de San Pedro Ixtlahuaca, la meta que les puso Nancy Ortiz, delegada de Bienestar en Oaxaca, es que con esas 630 dosis se vacunara al menos al 70% de los adultos mayores del municipio, que superan los 800, pero el edil era consciente que mucha gente tenía temor de vacunarse.
“Se le comunica a todos los adultos mayores de 60 años que no se hayan aplicado la vacuna contra el Covid-19, a que pasen en estos momentos al salón de Usos Múltiples de este municipio“, se escucha una y otra vez en los altavoces de este pueblo de raíces zapotecas, como la última esperanza para no desechar el preciado biológico.