El comisariado ejidal de Albarradas, a través de su asesor jurídico, también señaló que “las cascadas permanecerán cerradas de manera indefinida y todo aquel que quiera acudir a ellas, será remitido a la autoridad municipal con un arresto de 36 horas, además, se le impedirá el acceso a cualquier persona ajena al ejido”.
Salinas Cortés afirmó que un tribunal agrario falló en 2014 en favor de los ejidatarios de San Lorenzo Albarradas, resolución que confirmó que los pobladores de San Isidro Roaguía son vecinos del predio, pero no propietarios.
No obstante, al ejercer Roaguía un cobro por el derecho de vía, misma por la que se llega al parador turístico de las cascadas, el ejido “al ser explotado por personas ajenas, determinó cerrar el acceso a su parcela donde se encuentra Hierve el Agua”.
Informaron que han decidido constituir una empresa que será la encargada de llevar a cabo el desarrollo de la infraestructura de esta zona turística, además de que han registrado la marca Hierve el Agua ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial; una vez terminado el mantenimiento de la zona, considerarán su reapertura.
Insistieron en que los pobladores de San Isidro Roagía “son vecinos del paraje en donde se ubica Hierve el Agua y quieren hacerse pasar por dueños cuando no lo son, ya que no tienen ningún documento, ninguna instancia jurídica que los avale.
“Por lo tanto, no puede haber un conflicto donde está delimitado por las leyes quién es el propietario, simplemente [San Lorenzo Albarradas] está haciendo uso y ejercicio del derecho que ellos tienen de impedir el acceso a cualquier persona ajena a su comunidad”, concluyó.