Vuelven los colores de Muertos a los campos de flores de Ciénega Zimatlán, Oaxaca
Luego de un año y siete meses de la pandemia de ovid-19, personas de todas las regiones del estado, acuden a los campos de flores de Ciénega de Zimatlán
Gonzalo Hernández Hernández lleva 20 años dedicándose al cultivo de las flores en su comunidad, Ciénega de Zimatlán, en la región de Valles Centrales. Fotografía: Edwin Hernández
“Hay más movimiento. La gente llega a tomarse una foto y comprar”, señala el campesino. Fotografía: Edwin Hernández
Este año decidieron sembrar cempasúchil “de la grande y de la chaparrita”. Fotografía: Edwin Hernández
El agricultor trabaja desde hace seis años en esta parcela. Fotografía: Edwin Hernández
La belleza de los campos de cempasúchil, cresta de gallo y confetillo atrae a personas de todas las regiones. Fotografía: Edwin Hernández
Es el primer año que siembran la flor conocida como confetillo en Ciénega; esperan que tenga buenas ventas. Fotografía: Edwin Hernández
La venta inició desde el 16 de octubre y será hasta el 28 cuando alcance su pico más alto. Fotografía: Edwin Hernández
En este terreno se cuentan 160 surcos por 60 metros de largo, todos llenos de flores. Fotografía: Edwin Hernández
Zimatlán de Álvarez.— Gonzalo Hernández Hernández ve con gusto a las decenas de visitantes que poco a poco llegan a Ciénega de Zimatlán, una comunidad ubicada en el municipio de Zimatlán de Álvarez, en la región Valles Centrales del estado.
Luego de un año y siete meses de la pandemia de Covid-19, personas de todas las regiones del estado acuden a estos asombrosos campos llenos de las flores que tradicionalmente se usan el Día de Muertos, a tomarse fotografías y publicarlas en redes sociales.
Eso sí, nadie se va sin hacer una buena compra.
Gonzalo Hernández Hernández lleva 20 años dedicándose al cultivo de las flores en su comunidad, Ciénega de Zimatlán, en la región de Valles Centrales. Foto: Edwin Hernández.
“La gente pide parejo, no hay preferencias. Compran para el altar y para el adorno, para hacer cruces para muertos. Vienen de Etla, de Nochixtlán, de Puerto Escondido. Suben a Facebook fotos y por eso la gente llega más”, cuenta el campesino de 50 años, originario de Ciénega.
En esta parcela lleva trabajando seis años para su patrón, el dueño de la tierra, Lorenzo Galván. Él ya está vacunado y cuenta que la mayoría de las personas de su pueblo también. Por ello, espera que más gente llegue y crezca la venta.
