Segob dio reconocimiento único a la CNTE para la negociación de demandas laborales
El 4 de junio de 2015, la Segob logró acuerdos con la CNTE que planteaban una nueva relación y posible salida pacífica al conflicto magisterial, según un documento oficial al que tuvo acceso EL UNIVERSAL
El 4 de junio de 2015, la Secretaría de Gobernación (Segob) logró acuerdos con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que planteaban una nueva relación y posible salida pacífica al conflicto magisterial, según un documento oficial al que tuvo acceso EL UNIVERSAL.
Lo pactado, sin embargo, no se concretó por la oposición de un grupo de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) e incluso, se rompió al día siguiente de haber sido firmado por Luis Miranda Nava, en ese momento subsecretario de Gobernación, quien estaba a cargo de las negociaciones con el magisterio.
Entre los acuerdos destaca que la Segob aceptó la “bilateralidad” con la CNTE reconociéndola como Comisión Nacional Única Negociadora, dejando a un lado a la dirigencia nacional del SNTE.
“La Secretaría de Gobernación reconoce y mantiene la relación bilateral entre la CNTE y las dependencias federales y ratifica el cumplimiento de los acuerdos establecidos en las diferentes mesas de trabajo; asimismo, será el interlocutor ante las autoridades locales que así se soliciten”, suscribió en ese entonces Miranda Nava.
El documento refiere las 11 demandas contenidas en el pliego petitorio del magisterio inconforme y las respuestas a cada una de ellas por la Segob, entre las que destacan la evaluación docente, la bilateralidad, aumento salarial, defensa del normalismo y la estabilidad laboral de los profesores y trabajadores de la educación.
Líderes de la Sección 22 del SNTE, consultados por EL UNIVERSAL y que estuvieron presentes en la mesa de negociación del 4 de junio de 2015, afirmaron que con la firma de estos acuerdos se planteaba la posibilidad de una respuesta favorable a las demandas del magisterio. Al menos, la voluntad y compromiso político, para satisfacer sus peticiones.
No obstante, afirmaron que sectores del movimiento magisterial, presionaron para mantener sus movilizaciones radicales y el “boicot” a la jornada electoral del proceso electoral federal intermedio del cinco de junio de 2015; este último, en el que finalmente se registraron acciones de boicot como quema de urnas y otro tipo de vandalización en el que hubo varios detenidos.
A partir de ahí, la relación entre la CNTE y la Segob nuevamente se deterioró hasta desembocar en el arresto de dirigentes magisteriales acusados de lavado de dinero y en los hechos violentos un año después, el 19 de junio de 2016, en el municipio de Asunción Nochixtlán donde un desalojo de simpatizantes y profesores de la Sección 22 del SNTE dejó un saldo de ocho personas muertas y alrededor de dos centenares de heridos.
Otra de las demandas que destacó en estos acuerdos es que se garantice la estabilidad laboral de todos los trabajadores de la educación de base e interinos, plaza de base para todos los trabajadores de este sector público y que el pago de la nómina sea vía cheque y comprobante de pago.
La Segob se comprometió entonces a concluir los trámites que se encontraban en proceso y en rezago; pero además, a realizar el pago de la nómina de los maestros con un formato que incluya además del cheque, el talón y la nómina.
En cuanto a la evaluación docente, la dependencia federal aceptó garantizar la permanencia en el empleo “como factor fundamental en la estabilidad laboral”, así como presentar una iniciativa para eliminar el carácter “punitivo” de la evaluación.
“La Secretaría de Gobernación recoge la disposición de los integrantes de la CNTE a efecto de participar en la construcción de un proceso de evaluación integral que contemple la participación de la comunidad escolar, en la que se priorice la formación del educando, tomando en cuenta las condiciones de infraestructura en el centro de trabajo, las características lingüísticas, pedagógicas, formativas, políticas, económicas, sociales, culturales, étnicas de los pueblos de cada entidad federativa y que la misma no sea punitiva”, según se estableció en los acuerdos firmados por Miranda Nava.
Según el pliego de demandas, la CNTE también exigió el incremento de la matrícula en las Escuelas Normales, revisión de la currícula, asignación automática de plazas a todos los egresados de las normales públicas del país y un alto a la represión contra los estudiantes normalistas.
La respuesta de la Segob fue que formularía un plan integral para el diagnóstico, rediseño y fortalecimiento a nivel nacional, del sistema nacional de normales públicas, “tomando en cuenta las aportaciones de la comunidad estudiantil, lo que implicará la aplicación de recursos económicos y humanos en todas las normales públicas del país”.
Asimismo, la CNTE exigió un incremento salarial del 100 por ciento y el mejoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores de la educación activos, personal de apoyo y asistencia a la educación y jubilados.
En este caso, la respuesta fue parcial. El gobierno federal se comprometió a continuar el fortalecimiento de las condiciones presupuestarias de la educación a fin de mejorar las condiciones de los trabajadores de la educación; sin embargo, apuntó que será responsabilidad de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión analizar las condiciones presupuestarias del país, “a fin de seguir apoyando el salario de los trabajadores de la educación”.