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La información indicaba que podría haber una sobreviviente, “no necesariamente una menor de edad”.
El subsecretario de Marina, Ángel Enrique Sarmiento, corrigió, siete horas después, lo que había señalado en el patio del plantel, que la niña “[‘Frida Sofía’] no fue una realidad”.
“Una niña que escuchamos, que aún está con vida, ese es el mayor esfuerzo en el que estamos en este momento. Está muy complicado el rescate de ella”, dijo.
Cuando se le preguntó si se le habían dado cuidados o algún tipo de auxilio, planteó: “Al inicio de la mañana se pudo llegar con una manguera para darle agua. En este momento no tenemos signos de vida de ella, no [se] ha comunicado, pero creemos que sí está con vida”, mencionó.
En un mensaje a los medios, el oficial mayor de la Semar, José Luis Vergara, afirmó: “En nuestro ánimo nunca ha estado el generar falsas expectativas”.
Indicó que “en el espíritu de proteger el interés superior de los mexicanos, con ese espíritu enfrentamos las labores de rescate a las que hemos sido asignados a consecuencia del sismo del 19 de septiembre, siguiendo el compromiso de transparencia que tiene la institución, hemos venido informando a los medios del desarrollo de estas labores, prácticamente en tiempo real”.
El subsecretario Ángel Enrique Sarmiento aseguró que la información difundida se hizo con base en los reportes técnicos, el testimonio de los rescatistas civiles y de la institución.
Agregó que nueva información obtenida en el sitio y el censo de alumnos por parte de la Secretaría de Educación Pública “nos llevó a la conclusión de que en caso de haber una sobreviviente, no necesariamente es una menor de edad”.
Al especificar, remarcó que los datos obtenidos no permitían asegurar “si se trata de una persona mayor o de una niña, sin embargo, debe saber el pueblo mexicano que mientras exista la mínima posibilidad de que haya alguien con vida, lo seguiremos buscando con la misma entrega”.
La persona que posiblemente estaría con vida podría tratarse de una trabajadora de intendencia desaparecida, de nombre Reyna Dávila, a quien su esposo, Gregorio, ha estado buscando sin parar desde el martes. De hecho, cuando se dio el anuncio de que Reyna podría estar con vida, Gregorio llevaba 36 horas buscándola.
En entrevista televisiva, agregó que sí hay una persona con vida atrapada bajo los escombros del colegio, pero que no se trata de una niña.
Agregó que la información que dio el subsecretario de la Marina sobre que “Frida Sofía” no fue una realidad, le consternó, y agregó que desconocía las razones del almirante Sarmiento para aseverar eso. Aseguró que tuvo contacto con los padres de los menores atrapados bajo los escombros.
“Es cierto que teníamos esa gran duda de los familiares, pero estábamos en crisis”, agregó.
Después de 16 horas de búsqueda, la Semar había rescatado a 11 menores de edad con vida; un total de 19 niños que fallecieron, así como 10 adultos, incluyendo a la maestra de 58 años de edad, cuyo cuerpo se pudo recuperar el jueves, aproximadamente a las cinco de la mañana.
En su recuento, el subsecretario dijo que la SEP, la delegación Tlalpan, la Semar y la Sedena, tras el conteo de los alumnos con la dirección de la escuela “tenemos la seguridad [de] que todos los niños o desgraciadamente fallecieron, están en los hospitales o están a salvo en sus casas”.
“Solamente del personal de intendencia tenemos una adulta que posiblemente fuera quien nos da los rastros”, agregó.
En las listas del colegio hay 326 estudiantes de preescolar a secundaria y ninguno respondía a ese nombre. Hay dos Fridas y cuatro Sofías; todas durmieron en sus camas, en sus casas, con sus padres. Lo supieron después de que la autoridad educativa llamó a teléfonos fijos, celulares y Nextel de 93 padres de familia, de los cuales 50 contestaron.
El miércoles, personal de la Marina y rescatistas dijeron haber tenido tres avistamientos de cuerpos. Para entonces había tres versiones, contradictorias entre sí, sobre su existencia.
La primera versión que circuló es que el nombre no fue una invención ni una mentira, sino una forma de comunicarse con una niña real que estaba atrapada. Uno de los brigadistas, el que la ubicó entre las piedras, habría pronunciado el nombre como una forma de comunicarse con ella.
Después de las 18:00 horas, ante la persistencia de los testimonios que aseguraban que la niña estaba ahí, la Marina tomó una determinación: los esfuerzos se concentrarían en rescatar a “Frida”.
Después de las dos de la mañana no se pudo confirmar que su nombre apareciera en los registros escolares. Nada. En la escuela ninguna niña respondía a ese nombre. “No existe, Frida Sofía no existe”, decían las maestras.