Señaló que la cancelación de proyectos como el aeropuerto de Texcoco y los pasos hacia atrás que se han dado en la implementación de reformas como la energética y educativa son factores que aumentan la incertidumbre política en el país.
En el texto titulado América Latina y el Caribe en 2019: expansión moderada, que difundió el organismo como parte del blog Diálogos de Fondo, con motivo de la presentación de las perspectivas económicas para la región, Werner aseguró que en México las perspectivas siguen afectadas por la incertidumbre.
Werner también habló en conferencia desde Washington para exponer las expectativas para América Latina.
Reiteró el respaldo del FMI al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador en la lucha contra el robo de combustible porque, dijo, favorecerá a las finanzas públicas y a Petróleos Mexicanos.
Sobre la mejor mecánica para ser exitosos en eliminar ese ilícito, dijo que el organismo no tiene capacidad para opinar, pero en la medida del diseño de la estrategia consideró que también hay que enfocarse en los efectos colaterales sobre el resto de la economía y buscar minimizarlos.
En el blog, el funcionario señaló los retos para México: una firme ejecución del prudente presupuesto de 2019, que apunta a mantener el superávit primario en 1% del Producto Interno Bruto.
Además, demostrar el compromiso del gobierno con la responsabilidad fiscal y la reducción sostenida del coeficiente de deuda pública.
Otro punto es avanzar en las reformas estructurales, que son necesarias porque podrían impulsar el crecimiento potencial a mediano plazo.
Werner especificó que la interrupción del proyecto de construcción de un nuevo aeropuerto y cierto retroceso en algunas reformas de los sectores de energía y educación potenciaron la incertidumbre política.
Los riesgos
Además, destacó que el ambiente de incertidumbre se está dando en medio de riesgos externos que podrían afectar en mayor medida las perspectivas de México y en general de América Latina y el Caribe. Como ejemplo, mencionó que un aumento de las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos, o una desaceleración en algunas economías importantes podrían determinar un menor crecimiento del comercio en la región.
La región a su vez se vería perjudicada si las condiciones financieras mundiales se endurecen más, lo que incluye aumentos repentinos de la volatilidad financiera mundial, un incremento de las tasas de interés de Estados Unidos y una apreciación del dólar estadounidense, alertó.
Llamó a los países de la región a seguir reduciendo la deuda y el déficit, con el propósito de garantizar su sostenibilidad, minimizar los efectos adversos sobre la actividad económica y la pobreza.
También mencionó que algo esencial para resistir los posibles shocks será mantener la flexibilidad del tipo de cambio.