Despiden a Erika Alonso y Moreno Valle

Luis Banck, ex alcalde de Puebla, pide investigación independiente; les dan el adiós entre lágrimas, aplausos y gritos

Nación 26/12/2018 08:00 Actualizada 08:02

Entre aplausos, flores, lágrimas y gritos de “¡justicia!”, fueron despedidos la gobernadora Martha Erika Alonso Hidalgo y su esposo, el senador Rafael Moreno Valle, tras haber perdido la vida en un accidente aéreo la tarde del lunes 24 de diciembre.

La ceremonia luctuosa tuvo a los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl como escenografía para decirles adiós a quienes muchos de los ahí presentes calificaron de buenos amigos, como el ex gobernador Antonio Gali, quien desde su llegada no paró de llorar, particularmente cuando fue recibido por los mandatarios estatales de extracción panista.

Atrás de él llegó el senador con licencia de Chiapas, Manuel Velasco, quien con un saco de color gris claro rompió la vestimenta “formal de luto” que exigía la invitación a la ceremonia, que arrancó una hora después de la cita, a las 15:30.

Velasco Coello lloraba entre los políticos que a su paso se encontraba, sobre todo cuando hizo un alto en el camino y abrazo efusivamente a los padres del coordinador parlamentario en el Senado, a quien su padre le decía de cariño “Fael”.

La bandera a media asta, las coronas florales y la marcha fúnebre a cargo del Ejército recordaban a los ahí presentes que cinco poblanos habían fallecido al desplomarse el helicóptero con matrícula XCA DON, por lo que había llegado la hora de despedirse públicamente.

Luis Banck, ex alcalde y colaborador de ambos políticos, dijo que eran una pareja complementaria, que hacían un gran equipo, trabajan juntos y llevaban 15 años casados.

“Ella defendía las causas sociales y él trabajaba para construir un México mejor. Martha Erika era un alma capaz de inspirar a los demás. Rafael era capaz de mover e inspirar voluntades”, expresó.

Banck Serratos fue el único orador. En su discurso de 10 minutos exigió, a nombre de la familia y amigos, una investigación independiente.

“Martha Erika nunca se dio por vencida, por eso exigimos que se lleve a cabo una investigación profesional e independiente, que no deje lugar a dudas sobre las causas del accidente”, externó.

Esta declaración incitó a los ciudadanos presentes en la Plaza de la Victoria a gritar: ¡justicia, justicia!

El recién nombrado jefe de la oficina del gobierno de Alonso Hidalgo levantó la mano para solicitar silencio, pero cuando se agradeció a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, su presencia en representación del presidente Andrés Manuel López Obrador, arrecieron las protestas.

“¡Fuera, fuera, fuera! ¡Asesinos, asesinos! ¡No queremos a Morena! ¡Martha gobernadora, Martha gobernadora!, ¡Acción Nacional, Acción Nacional”, se escuchó.

Luis Banck dijo que, a pesar de las agresiones a la gobernadora, a su equipo y a su triunfo, Martha Erika Alonso nunca se dio por vencida y, por el contrario, estaba convencida de que las campañas habían quedado atrás y que era la hora de la unidad y la conciliación.

Los primeros en montar guardia fueron los gobernadores panistas Martín Orozco, de Aguascalientes; Franciso Domínguez, de Querétaro; Francisco Vega, de Baja California; Mauricio Vila, de Yucatán; José Rosas Aispuro, de Durango; Silvano Aureoles (PRD), de Michoacán, y el independiente Jaime Rodríguez, de Nuevo León.

Estaban acompañados del secretario de Gobierno de Puebla, Jesús Rodríguez Almeida, quien estará al frente del despacho.

Después les siguieron los senadores y diputados federales, así como los presidentes de partidos, Marko Cortés (PAN), Claudia Ruiz Massieu (PRI), Dante Delgado (MC), y Ángel Ávila (PRD), seguidos de los diputados locales y políticos de Puebla.

En ese grupo estaban el ex senador Javier Lozano, el ex vocero de Moreno Valle, Maximiliano Cortázar, y el ex gobernador Antonio Gali, quien al final de la ceremonia aseguró a los poblanos que se acercaron a él que ha-brá justicia.

Sánchez Cordero adelantó que por instrucciones del Presidente se investigará con transparencia y con el apoyo de expertos nacionales e internacionales, “de Estados Unidos y Canadá, para que den conclusiones pertinentes e independientes”.

Sobre los gritos proferidos, la secretaria comentó que no lo veía como un tema personal, pues “comprendo su dolor”, además de aclarar que su presencia era también por ser amiga de los padres de Moreno Valle y agregó que a ella le había dado mucho gusto que una mujer hubiera ganado la gubernatura en Puebla, para así “romper el techo de cristal”.

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