Mancera se dice un hombre de instituciones y como tal reconocerá, si así sucede, el triunfo de Andrés Manuel López Obrador. Para el caso de la Ciudad de México su análisis es más simple: “Aparece Claudia Sheinbaum en las preferencias y luego el Frente, pero las cosas pueden cambiar”.
—Que nunca hemos tenido un tache o que nos digan que nos robamos o nos quedamos con algo, siempre ha sido una conducción de vida en la que se busca servir a la gente y nada más.
—Algo que vayan a encontrar ilegal, no. Si alguien hace algo mal o con algún defecto, creo que [a] eso cualquiera puede estar expuesto, pero la mala intención, la premeditación o la alevosía para realizar una conducta apegada a lo contrario [que dicta] la norma, no me van a encontrar.
—Siempre lo hice con mucha convicción, asumí los costos políticos de decisiones importantes que sé que hoy le están dejando cosas buenas a la Ciudad de México, por más que lo politicen.
—No haber desalojado a los maestros de manera violenta, como me pedía un sector de la gente, porque la vida normal en la capital estaba siendo trastocada. Otra decisión fue cuando se tuvo que establecer el doble Hoy no Circula, restringir la movilidad, a la gente no le gustó, fue una de las cosas más fuertes creo yo. Fotomultas, estoy plenamente convencido de la decisión y ahora una buena parte de la sociedad ya lo entendió.
—Bueno, otra decisión que también fue polémica, apolítica…
—No me arrepiento, porque había que hacerlo, rescatar los trenes, realizar diversos proyectos. Yo no podía dejar el Metro a la deriva y ‘a ver qué sucede’.
—Pues la Constitución… una obra jurídica de la que hay un antes y un después. Fue algo por lo que se luchó muchos años, por la autonomía de esta capital, por el reconocimiento de los derechos, por tener un documento fundacional jurídico que nunca se había tenido, me parece que es la obra jurídica más importante, sin menospreciar que hay otras obras.
—Me hubiera gustado mucho lograr el Metro a Chalco, llevar el Metro a Ecatepec, me hubiera gustado hacer la ampliación de Santa Anita a Iztapalapa, como estaba proyectado, que desarrolláramos el teleférico en la Ciudad, que lo necesita para las zonas altas.
—Los presupuestos. Todos esos proyectos son de presupuestos federales.
—Yo creo que hubo un trato que no fue el correcto hacia la Ciudad.
—Sin duda, por el dolor que se vivió en la Ciudad de México, lo que había era sufrimiento, pérdida de vidas, lágrimas, desesperación, desesperanza de la gente. Es algo que sigo recordando y me sigue moviendo.
—La Ciudad está de pie, dolida, es como cuando tienes la pérdida de un ser querido y tienes que seguir, aunque no dejas de tener esa herida, ese dolor, pero el día a día te impulsa y te obliga a seguir trabajando.
—Los siete delitos no registran incremento, pero el homicidio, digamos, registró un incremento, con ese es suficiente. Llevamos esperando desde 2016 que la Cámara de Diputados apruebe la ley que endurece las penas por portación ilegal de armas…
—Es algo indispensable, pero además tienes que cerrar todo lo que está abierto en materia de preliberaciones. Cuando entramos al gobierno la ciudad tenía 41 mil presos, hoy se tienen 25 mil y vamos a tener menos. A mí me parece que esa no es la solución, que todo mundo salga de la cárcel.
—Preocuparme no. Yo comencé la entrevista diciendo que estoy convencido de lo que he hecho y de los costos políticos.
—A la historia pasará la división de la izquierda y esa división no la generé ni la provoqué yo, esa división es un hecho y la contienda va a estar así, dividida, como está dividida la izquierda.
—Hay un planteamiento que nos está llamando mucho la atención, que es el del gobierno de coalición y que puede ser un cambio total del presidencialismo que se ha venido viviendo en México, un presidencialismo que está agotado y un régimen que está agotado.
—Sí, el cuarto polo derivó hasta llegar al Frente, pero lo que llegó a inspirar el cuarto polo es cambiar al régimen y eso es un reto nacional bien interesante.
—Pues que el partido que nos estaba proponiendo no era el partido que tenía la posibilidad, dentro del Frente, de seleccionar al candidato a la Presidencia, eso pasó.
—No, porque se tomó en consideración qué partido es el que llevaba la mayor representación nacional para hacer la propuesta del candidato a la Presidencia.
—No pude por el sismo. Cuando yo iba a tomar esa decisión, [de buscar la Presidencia] a través de la figura de los independientes, me vino el sismo en septiembre y la decisión fue ya no salir de la Ciudad, porque estaba toda la presión, todo lo que la Ciudad necesitaba. Era un tema de convicción. Desde mi forma de ver las cosas advertí que la ciudad necesitaba que estuviera ahí y no por vanidad.
—Pues cuando menos hubiéramos competido en los independientes, te lo aseguro.
—Mi pronóstico es que se va a cerrar a dos candidatos.
—Hoy me parece que en el saque está Andrés Manuel López Obrador, advierto yo en segundo lugar a Ricardo Anaya, hay quienes dicen que en segundo lugar está [José Antonio] Meade, pero entre ellos dos se va a definir este segundo lugar, yo calculo para el mes de mayo. En la Ciudad de México arranca con ventaja Morena, en segundo lugar está el frente y vamos a ver qué dice la elección.
—Creo que todas las elecciones han tenido cambios. Las últimas tres cuando menos.
—En la Ciudad también puede suceder, la moneda está en el aire.
—Para mí las instituciones son de pleno respeto y yo lo voy a demostrar en la convicción. Si Andrés Manuel López Obrador gana la contienda electoral, no tendré ningún empacho en reconocer la figura presidencial y por supuesto trabajar para que le vaya bien a mi país en donde yo tengo que estar y donde fuera, si es que él así decide que interactúe.
—No estamos hablando de puestos o de cargos. Más que los cargos, lo que nos anima es la labor que se pueda hacer, ojalá que él, que la candidata o el candidato que estén en la contienda, pues tengan esta visión del gobierno de coalición.
—Estoy seguro que si Ricardo Anaya es el próximo Presidente, él estará en la idea de impulsar el gobierno de coalición, así me lo ha dicho. Hoy no tenemos todavía un documento firmado, pero así me lo ha dicho.
—Interesarme, pues obviamente yo he sido fiscal, es una materia que siempre me apasiona, es algo que me gusta mucho, a lo que le entiendo, a lo que le sé. Digamos que esa es una tarea que me motiva.